Una joven recibe un mensaje de su banco y es víctima de la última estafa: "Te llamarán del soporte técnico"

Marta, una joven universitaria, se convirtió en la protagonista de un relato que ha sido compartido por miles de personas en TikTok, donde explica cómo fue víctima de una de las estafas más sofisticadas que circulan hoy en día. Su historia ha alertado a numerosos usuarios sobre las tácticas que emplean los delincuentes para obtener datos bancarios de forma ilegal y cómo, en esta ocasión, una sencilla confusión le costó una cantidad significativa de dinero.

Todo comenzó con un SMS recibido por Marta en su teléfono, en el que su banco, Eurocaja Rural, le advertía de "operaciones no autorizadas" en su cuenta. El mensaje incluía un enlace para verificar su situación y, preocupada, la joven hizo clic en él. En ese momento, Marta no sospechaba que se trataba de una página web falsa diseñada para engañarla. Lo que parecía ser la pantalla de la aplicación de su banco era, en realidad, una réplica perfecta creada por los estafadores.

Confió en la página y, al ver que todo parecía legítimo, introdujo sus datos bancarios. Al poco tiempo, el sitio comenzó a cargar y, entonces, apareció un mensaje que le indicaba que "te llamarán del soporte técnico de tu banco". Apenas un minuto después, el teléfono de Marta sonó. Al otro lado, un supuesto empleado de Eurocaja Rural le informó que su cuenta estaba siendo utilizada para realizar transferencias por un valor de 490 euros. Alarmada, Marta negó conocer esa operación y el interlocutor, identificándose como Mohammed de Guipúzcoa, le explicó que estaban gestionando la situación.

El soporte técnico le proporcionó información sobre algunos movimientos bancarios que coincidían con los de su cuenta, lo que hizo que Marta comenzara a confiar en ellos. Sin embargo, los estafadores no se detuvieron ahí. Durante la conversación, le pidieron detalles adicionales, como los códigos de verificación que llegaban a su móvil. Marta, creyendo que estaba recibiendo ayuda, les facilitó la información. Lo que parecía ser un procedimiento de seguridad se convirtió en un mecanismo para acceder a su dinero.

"Te llamarán del soporte técnico"

A medida que avanzaba la llamada, los estafadores le pidieron más datos. Primero, le solicitaron la información de su tarjeta bancaria y, poco después, comenzaron a realizar transacciones a través de una plataforma llamada Revolut. Les entregó los códigos y los detalles que pedían, sin imaginar que todo formaba parte de una estafa bien organizada.

A medida que las operaciones continuaban, el "técnico" le indicó que debía introducir su clave de firma para proceder a cancelar las transferencias. Marta, desesperada por solucionar el problema, también entregó esa información. Fue en ese momento cuando la estafa alcanzó su punto culminante. En total, los estafadores lograron hacer una transferencia de 490 euros, así como otros pagos a través de su tarjeta bancaria por un valor de 150 euros. Al final, la joven perdió una suma cercana a los 1.300 euros.

Tras darse cuenta de lo sucedido, Marta trató de contactar con su banco, pero la respuesta no fue la que esperaba. No había garantías de que el dinero pudiera ser recuperado. Ante la gravedad de la situación, decidió denunciar el hecho, aunque el daño ya estaba hecho.

La experiencia de Marta es un claro ejemplo de cómo las estafas bancarias se han sofisticado en los últimos años, y cómo incluso personas con cierta preparación pueden verse atrapadas en ellas. El caso de esta joven demuestra que los delincuentes utilizan técnicas cada vez más elaboradas para engañar a sus víctimas, haciéndolas sentir que están recibiendo ayuda cuando, en realidad, están siendo manipuladas para entregar su información personal y financiera.

Víctima de la última estafa

El relato de Marta ha servido para concienciar a muchas personas sobre los riesgos de hacer clic en enlaces sospechosos o proporcionar información sensible a desconocidos. A pesar de no ser un objetivo típico de los estafadores, ya que ella se considera una persona informada, Marta cayó en la trampa porque, como ella misma explica en su vídeo, el miedo y el pánico a perder su dinero la llevaron a ceder ante las peticiones de los estafadores.

La historia de Marta es, en última instancia, una advertencia. En tiempos en los que las estafas digitales son cada vez más comunes y sofisticadas, nunca está de más recordar que, ante la duda, lo mejor es desconfiar de cualquier solicitud que implique compartir datos sensibles y, si es necesario, contactar directamente con la entidad bancaria a través de canales oficiales. La prudencia y la vigilancia son esenciales para evitar que otros caigan en trampas similares.