María, el "ángel enviado por Dios", que a los 11 años lucha contra el sarcoma de Ewing

El padre del torero Gonzalo Caballero se fue muy pronto. Falleció a los 50 años tras un cáncer. "Era una persona fuerte, la más fuerte que he conocido", dice Gonzalo, que veía cómo los tratamientos iban mellando la salud de su progenitor aunque lue luchó incansablemente por su vida. Tiempo después, en un partido de fútbol, el diestro conoció a María y su historia y desde el primer momento supo cómo llamaría a su iniciativa solidaria: "La sonrisa de María".

María tiene ahora 11 años y lleva cuatro luchando contra el sarcoma de Ewing. Es un tipo raro de cáncer que afecta al tejido blando de los huesos. En nuestro país se calcula que hay 2,93 casos de cada millón de personas, sobre todo, jóvenes de hasta 20 años.

María quería ser futbolista cuando le fue diagnosticado el cáncer. En su último año en los terrenos de juego marcó más de 40 goles. Ahora ha cambiado su objetivo profesional: quiere ser oncóloga para ayudar a niños en su misma situación.

Gonzalo Caballero, de 32 años, dice de Maria que "es un ángel, un ser que Dios ha mandado a la tierra para ayudar a los demás". No para de saltar, de reír, de repartir alegría y, en resumen, de enseñar a vivir.

El objetivo de "La sonrisa de María" es recaudar fondos para la investigación de la enfermedad y destinarlos a la Fundación para la Investigación Biomédica Hospital Infantil Niño Jesús.

Solidaridad en Las Rozas

Precisamente en ese objetivo se centró Las Rozas este pasado fin de semana volcándose durante todo un día, el sábado 23 de marzo, en apoyar esta causa.

Lo hizo con un partido de fútbol celebrado entre Las Rozas y el Rayo Vallecano B correspondiente a la jornada 26 de Tercera RFEF con un 3-0 para los roceños. También por la noche con un concierto que tuvo como cabezas de cartel a Nacha Pop y Juan Magán a quienes acompañaron 84 y Modo Avión y los djs Ardiya, Mick Martz y Lomas.

El acto central fue una corrida mixta de toreo y rejones donde Gonzalo Caballero y la rejoneadora Lea Vicens fueron los protagonistas y que contó en las gradas con la presencia de la Infanta Elena.

Caballero pudo además triunfar en un festejo que ideó y proyectó para prestar esa ayuda. El madrileño poco pudo hacer con un primer toro de El Pilar de tan buena condición como escasas fuerzas. Sin embargo, pudo resarcirse tras lidiar al tercero de El Parralejo, un animal bravo en todos los tercios que empujó en el peto en el único puyazo que tomó en el tercio de varas y embistió con humillación, ritmo y profundidad en la muleta de Gonzalo, que lo toreó con temple, expresión y encaje. Pese a que el palco dudó, y hasta envió dos avisos al torero, finalmente accedió a la petición del perdón de la vida de ‘Jalaperras’.

El quinto fue otro toro blando de La Palmosilla con el que el madrileño se justificó y ante el sexto, de Bohórquez, Gonzalo Caballero pudo terminar de rematar una actuación con una faena a más que culminó de un buen espadazo.

La rejoneadora Lea Vicens cortó dos orejas ante un primer toro de Bohórquez de buena condición pero escaso motor y fuelle, al que liquidó de un fulminante rejón de muerte. El sexto del hierro jerezano fue un marmolillo ante el que se estrelló la rejoneadora gala.