Galapagar

UpyD asegura que el SER ha perjudicado a comerciantes y hosteleros

Según la formación, el Servicio de Estacionamiento Regulado ha provocado que los vecinos ya no acudan al casco urbano a hacer sus compras y opten por alternativas donde el aparcamiento el gratuito  

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Comercios vacíos, rechazo vecinal y empresarios o profesionales mudando sus negocios a municipios próximos sin limitaciones de aparcamiento; según UpyD Galapagar éstas son algunas de las consecuencias de la implantación del Servicio de Estacionamiento Regulado, SER, en el casco urbano del municipio.   Meses después de la puesta en funcionamiento de las zonas azul y verde, la formación magenta ha pulsado la opinión de la calle. La respuesta: muchos vecinos residentes en urbanizaciones alejadas ya no hacen sus compras en el casco urbano, prefieren desplazarse a centros comerciales, donde el aparcamiento es gratuito o a municipios de alrededor donde no se cobre por estacionar. Esto, ha provocado un importante descenso en las cuentas de los comercios. Y según UpyD, también el sector de ocio y restauración se ha visto afectado.   “Hay casos aislados que están conformes con el SER, pero en un 80 o 90 por ciento la gente está descontenta, sobre todo los comerciantes que están viendo como bajan las ventas, en algunos casos, hasta el 70 por ciento. Cada vez hay más comercios vacíos, en la restauración están bajando mucho los clientes; no va la gente a comer porque a las cuatro tiene que ir a poner ticket. Sólo hay que pasear y ver los comercios y restaurantes y hablar con ellos para ver que el SER no está funcionando”, asegura Alicia García, responsable de Relación con la Sociedad Civil.   UPyD Galapagar asegura que la razón del Servicio de Estacionamiento Regulado es recaudatoria.   Reconoce que existe un problema de escasez de plazas de aparcamiento que perjudica notablemente al comercio local, pero cree que el SER no es la solución. Invita al ejecutivo a profundizar en soluciones alternativas antes de avanzar en las nuevas inversiones que se prevén en el municipio (como el proyecto Nuevo Galapagar o los Altos de la Navata) y que llevan aparejado el riesgo de agravar el problema.