Así es Karma, una pastor belga que ayuda a los mayores de Galapagar a mejorar su salud física y emocional

El municipio sigue apostando por la terapia asistida con perros -como ya hiciera con Perico y los niños- y Karma ha comenzado a visitar las residencias geriátricas para llegar a un total de 220 mayores

Pilar Nuero

Collado Villalba - Publicado el

3 min lectura

      
      
             
      

Primero conocimos a Perico y su habilidad para fomentar la lectura entre los niños, con o sin necesidades educativas especiales. Ahora es el turno de Karma, una pastor belga Tervueren que ayuda a mejorar la salud física y emocional de las personas mayores.

En Galapagar han apostado por la terapia asistida con perro para demostrar que su papel en la sociedad va más allá de ser solamente el mejor amigo del ser humano o una mascota.

Existen numerosos estudios que demuestran los beneficios que se obtienen de la interacción con los animales. Gracias a la convivencia, las personas mejoran el estado de ánimo, su movilidad, disminuyen su presión arterial y la frecuencia cardíaca, reducen el estrés, el nivel de ansiedad y el riesgo de depresión, así como la sensación de soledad.

Todo ello es muy importante para cualquier persona, pero especialmente si son mayores y que viven en residencias.

Precisamente la semana pasada Karma empezó a visitar las residencias de mayores de Galapagar, este lunes, 18 de noviembre, ha repetido la experiencia y así hasta el 19 de diciembre.

La acogida ha sido un éxito, como nos ha contado en Herrera en COPE de la SIERRA su propietaria y psicóloga, Pilar Forero. "Muy contentos por ambas partes. Nos han acogido muy bien, con mucha ilusión, se les han iluminado las caras, unas sonrisas enormes. Se han enamorado de Karmita, que es una perra que transmite mucha calma, es muy tranquila, le encanta que la soben y que le digan que es bonita. Tiene un carácter muy dócil, es muy inteligente, obediente y muy sensible".

      
             
      

Forero confiesa que, en un principio, quería hacer deporte con Karma, pero al conocer su personalidad y sus características pensó que "era mejor darle esta utilidad, lo iba a disfrutar más".

Esta pastor belga y su dueña visitarán un total de ocho residencias para llegar a 220 mayores, a los que ofrecen sesiones lúdico-terapéuticas de una hora para mejorar sus habilidades sociales, su nivel cognitivo y su estado físico.

"Después de presentar a Karma, a los usuarios les hacemos que se presenten y nos cuenten sus experiencias con los perros, sus anécdotas. Así les ayudamos a trabajar la memoria a largo plazo y la memoria episódica así como el respeto al turno de palabra. Y finalizamos preparando a la perra para una cita con el veterinario con sesión de 'belleza-spa', cepillándola y poniéndola guapa, limpiándole la cara con toallitas, así trabajan la psicomotricidad fina. El tacto también estimula mucho, acariciar un perro disminuye la tensión... y a nivel emocional es brutal el beneficio que tiene", apunta Pilar Forero.

      
             
      

La dinámica de trabajo varía y, entre las actividades, la terapia también propone dar un paseo acompañado por el exterior de la residencia con Karma, así los mayores ejercitan sus articulaciones, músculos y su autonomía, además de poder darle órdenes al perro con lo que potencian su utilidad y autoridad, algo que, durante la vejez, uno siente que ha perdido.

Los resultados de la terapia se notan, dice Forero, desde la primera sesión.

Se trata de una iniciativa subvencionada por la Dirección General de Salud Pública de la Comunidad de Madrid.

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