Buena acogida a la 'Caja de Cultura' de Torrelodones en su primera semana, aunque falta personal, según PSOE

Este jueves se cumple una semana de la apertura de la 'Caja de Cultura' de Torrelodones, como se ha bautizado a la nueva Biblioteca y equipamiento cultural en La Colonia.

La instalación ha sido muy bien recibida por los vecinos, aunque hay quienes no olvidan los cinco años de obras, retrasos y molestias por los cortes de calle como Ángel Yagüe incluidos, como el PSOE, que alerta además sobre la falta de personal.

Los socialistas, que incluyeron la creación de una biblioteca en esta zona en las negociaciones para aprobar los presupuestos municipales de 2017, quieren dejar claro, por adelantado, que celebran que por fin haya abierto, pero lo hace, dicen, "en precario": el personal, con dos técnicos auxiliares y dos conserjes, les parece muy ajustado. "Nos preocupa cómo se va a atender el servicio en esta nueva instalación cultural porque no tenemos la certeza de que vaya a haber el personal suficiente para atenderlo como corresponde", apunta Víctor Ibáñez, secretario general del PSOE de Torrelodones.

"Es especialmente grave que el equipo de Gobierno pretenda cubrir dos centros, el de La Colonia y el de la calle Real, simplemente incrementando una plaza y cambiando de arriba a abajo los horarios y las condiciones laborales de la plantilla. Ambas bibliotecas, la actual y la nueva, se van a abrir con tal precariedad de personal que con que una sola persona se ponga enferma o esté de libranza no se va a poder atender el servicio”, añade el portavoz y candidato a la Alcaldía, Rodrigo Bernal.

Desde el Ejecutivo han explicado que el personal con el que cuenta el centro es exactamente el mismo que tiene la Biblioteca del Pueblo, ubicada en la calle Real. De momento, tiene un horario de apertura, provisional, de lunes a viernes de nueve de la mañana a nueve de la noche.

La 'Caja de Cultura', que ocupa la antigua Villa Fabriciano, obra singular del arquitecto Francisco Sáenz de Oiza, galardonado con la Medalla de Oro de Arquitectura de 1989 o el Príncipe de Asturias de las Artes de 1993.

Consta de tres pisos y cinco salas, incluyendo salas de estudio, pero también ludoteca, zona gamer… no es una biblioteca al uso, defienden desde el equipo de Gobierno, sino un espacio cultural.

"Sabemos que, por un lado, nuestros chavales van mucho más a la Biblioteca para estudiar y relacionarse, hay una parte en la tercera planta que responde más a ese uso, pero luego toda la planta baja y la primera están abiertas a los intercambios culturales, una zona de encuentros", apunta el alcalde, Alfredo García Plata.

En la obra, que tendría que haber finalizado a mediados de febrero de 2019, se han invertido más de cuatro millones de euros.