Escolares y vecinos asisten un año más al simulacro de incendio forestal por ATAIRE en Collado Villalba

Más de uno se habrá llevado un susto este viernes cuando haya visto sobrevolar Collado Villalba aviones anfibios y helicópteros con el 'bambi' descargando agua sobre la Dehesa Municipal mientras sonaban las sirenas.

Afortunadamente no había ningún fuego que apagar, era un simulacro de extinción de incendio forestal organizado por la Asociación de Trabajos Aéreos y de Emergencias (ATAIRE), en colaboración con la Concejalía de Medio Ambiente.

Medios terrestres y aéreos han 'tomado' un año más -con éste ya van tres- la Dehesa para hacer una demostración de cómo se trabaja en la lucha contra el fuego, desde el suelo, controlando el avance de las llamas, y desde el aire, sobrevolando la zona y descargando agua.

La pericia de los pilotos, como Gustavo Cifuentes, responsable de una empresa especializada en rescates y trabajo en incendios, es "acertar con el lugar exacto donde soltar la carga para que sea más efectivo y seguro". "Exige mucha coordinación, experiencia, formación y entrenamiento. Todo el trabajo que hacemos previo a la descarga, despegar, coger el bambi, ir a cargar agua y focalizarla en un punto es efectivo si echamos el agua donde debemos, donde está la llama", explica.

En el simulacro han participado tres helicópteros de los más de 260 de los que disponen las empresas que forman parte la mayor parte de las empresas que forman parte de ATAIRE, que representa a más del 90% del sector.

También un buen número de estudiantes de FP en Técnicos de Emergencia y de Organización de Emergencias. "Estos bomberos combatefuegos que veis aquí son alumnos de FP básica, a partir de 4º de la ESO aquellos estudiantes que quieran pueden hacerla como salida profesional, es muy interesante y siempre, desgraciadamente, la vamos a necesitar", apuntaba la alcaldesa, Mariola Vargas.

Después del simulacro dos de los helicópteros han tomado tierra para que los escolares y el resto de curiosos que han llenado la Dehesa pudieran acercarse a verlos, fotografiarse con ellos y charlar con los pilotos.

"Ha sido apasionante. Vamos a repetir esta jornada todos los años", concluía Vargas.