en el 50 aniversario de su refundación
Una razón más para celebrar: la Escolanía del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial camina hacia su declaración como Bien de Interés Cultural
"Una alegría, una manera muy buena de empezar el curso", dice su director musical, el padre Pedro Alberto Sánchez, tras conocer la propuesta de la Comunidad de Madrid
Collado Villalba - Publicado el - Actualizado
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Como los Niños Cantores de Viena o ‘Los Chicos del Coro’ de la película francesa del mismo nombre, pero de aquí, de Madrid. O mejor dicho, de San Lorenzo de El Escorial. Sus voces angelicales conmueven y han ayudado a preservar la tradición musical, religiosa y profana, a lo largo del tiempo.
Hablamos de las escolanías del Real Monasterio y del Valle de los Caídos (ahora Cuelgamuros). La Comunidad de Madrid ha iniciado los trámites para declararlas Bien de Interés Cultural en la categoría de Patrimonio Inmaterial.
Para la Escolanía del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, este 2024 está siendo muy especial.
La formación coral nació en 1567 por decisión de Felipe II y vinculada desde entonces a la orden de los agustinos, pero su refundación es más reciente, de 1974, así que se cumplen 50 años… y lo están celebrando.
Ahora, el anuncio de la Comunidad de Madrid se suma a los hitos para estar de enhorabuena. "Lo recibimos con mucha alegría pues es una buena noticia, una manera muy buena de empezar el curso. Esto nos hace a todos más sensibles para cuidar, para proteger, este tipo de instituciones que forman parte de nuestra tradición educativa y musical desde hace siglos", ha asegurado a COPE de la SIERRA el padre Pedro Alberto Sánchez, director musical de la Escolanía.
En la Escolanía del Monasterio los 45 niños de entre 9 y 18 años que la componen reciben una educación musical, especializada en polifonía religiosa renacentista, pero también académica. "No sólo tienen una formación musical, tienen una formación en valores, como personas, muy grande", dice Fernando, uno de sus educadores.
A los chavales lo que más les gusta -además de jugar al fútbol en la galería o en la Lonja- es "cantar". Han nacido para ello y para todos es su sueño, y el de sus familias, aunque para cumplirlo tengan que estar separados.