La actividad de la industria manufacturera se debilita a lo largo del año en Alicante

Las carteras de pedidos, tanto nacionales como extranjeros, se contraen por la debilidad de la demanda, y la producción y el empleo acentúan su caída

José Ramón Zaragoza

Alicante - Publicado el - Actualizado

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La producción industrial de la provincia de Alicante descendió un 5,9% en tasa interanual en el período enero-septiembre de 2023, según el Índice de Producción Industrial (IPI) estimado por el Gabinete de Estudios. El retroceso de la producción industrial en Alicante ha sido mayor que el registrado en el conjunto de la Comunidad Valenciana (-3,2%) y España (- 0,9%). La elevada especialización de la industria alicantina en algunas manufacturas de consumo y productos industriales intermedios, los segmentos con mayores caídas de la producción, explica en gran medida este comportamiento.

Las industrias del cuero y el calzado, el textil, el juguete o el mueble representan conjuntamente el 35% de la producción industrial de la provincia. Las industrias del plástico, papel y cartón, cuya producción también ha descendido, destacan asimismo por su mayor importancia relativa. La producción de las industrias de fabricación de material eléctrico, electrónico, informático y óptico aumenta, aunque el reducido peso de este sector en el conjunto de la industria alicantina, junto al descenso de la producción de otras ramas industriales, impide que el resultado global sea positivo.

El ritmo de creación de empleo pierde fuerza a medida que avanza el año, en consonancia con el descenso de la producción y losnuevos pedidos.La cifra media de afiliados a la Seguridad Social en la industria se situaba el pasado mes de octubre en 90.861 trabajadores, 1.086 menos que hace un año, lo que supone un descenso interanual del 1,2%.La falta de trabajadores con la cualificación necesaria para los puestos vacantes en algunos sectores podría desembocar en unareducción de las contrataciones previstas o en la necesidad de tener que hacer frente a mayores costes salariales.

El descenso de la cartera de pedidos, el aumento del stock de productos terminados y el bajo nivel de las expectativas de producción lastran la confianza del sector industrial.

Las empresas están trasladando la reducción de costes a los precios de venta Los precios industriales siguen una tendenciade desaceleración, debido principalmente a lacaída del precio de la energía (-23% interanualen 3T 2023), y también al descenso de los precios de los bienes intermedios (-2,5% interanual) Los precios de los bienes de consumo y de equipo, siguen creciendo, aunque menos que en los trimestres anteriores (6,3% y 2,3%, respectivamente). Sin considerar el componente energético, en el 3T 2023, los precios industriales superan en un 1,4% el nivel de hace un año.

Durante los meses de verano los precios de la energía repuntaron ligeramente, situándose por encima de lo esperado en los meses precedentes. El pasado mes de septiembre el precio del petróleo se situó en torno a los 95 dólares por barril, encadenando tres meses consecutivos de subidas y alcanzando el máximo del año. Los recortes de la oferta de Arabia Saudita y Rusia y otros países de la OPEP + y la insuficiencia generalizada de la oferta explican la tendencia alcista del precio del petróleo en los últimos meses, mientras que el debilitamiento de la economía china ha presionado los precios a la baja. Por otra parte, desde mediados de julio el euro se ha depreciado algo más de un 5% frente al dólar (1,122 dólares por euro frente a 1,06 el 31 de octubre).

El debilitamiento del euro frente al dólar, la divisa en la que se paga la factura energética, supone una dificultad adicional para las empresas, en estos meses en los que el precio del petróleo ha vuelto a subir. El BCE ha revisado al alza en más de un 10% en promedio su previsión del precio del petróleo durante el período 2023-2025, aunque asume que bajará desde los 82,7 dólares por barril en 2023 hasta los 77,9 dólares por barril en 2025.

Por el contrario, estima que los precios de los metales serán algo más bajos de lo previsto el pasado mes de junio, como consecuencia de la debilidad de la demanda mundial. Los precios del gas han presentado una fuerte volatilidad asociada a algunas perturbaciones de oferta que los han impulsado al alza, ante el mayor riesgo de problemas de suministro, aunque en el conjunto del tercer trimestre se han mantenido en niveles moderados, gracias al alto nivel de almacenamiento alcanzado.

En 2024 se espera un mayor crecimiento del comercio mundial en consonancia con la recuperación de la actividad económica. Las previsiones económicas de los países a los que se dirige la mayor parte de nuestras ventas exteriores apuntan a una recuperación de algunos de nuestros principales mercados de exportación, para los que se pronostica un mayor crecimiento respecto a 2023. De acuerdo con las últimas previsiones del FMI del pasado mes de octubre, el PIB de la zona euro crecerá un 1,2%. Aunque estas previsiones se han revisado a la baja respecto a junio (1,5%), el crecimiento esperado será mayor que en 2023 (0,7%). Entre nuestros principales socios comerciales de la zona euro se espera un mayor crecimiento en Alemania, Francia, Países Bajos y, Austria. Las perspectivas también apuntan a un mayor avance del PIB en otros países europeos de la UE y extra UE, como Polonia, República Checa, Rumanía, Suecia, Reino Unido y Suiza y en otros destinos de nuestras ventas exteriores como Marruecos, Canadá y Arabia Saudí.

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