Carta a los Reyes Magos: Los "Mágicos" momentos, por Juan Carlos Gumiel

"Un mucho de salud, un poco de tranquilidad, una mano amiga, un buen recuerdo, una buena mirada..."

Carta a los Reyes Magos: Los "Mágicos" momentos, por Juan Carlos Gumiel

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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En los mayores momentos de debilidad recurro con cierta frecuencia a instantes, olores y sabores que me hacen sentir bien. Me encanta la sensa-terapia: evocar pequeños grandes instantes que te hacen más llevadero este rosario de amarguras y penurias cotidianas. Como el aroma que desprende un guiso antiguo, la suave brisa acariciando las hojas de un sauce centenario, el cadencioso sonido del mar peinando de espuma blanca la fina arena de nuestra playa, el olor de un pan artesano recién horneado, la magia armónica de un cuidado vino...

Existen tantas cosas por las que vivir y revivir que he decido en este nuevo año poner todos mis sentidos al servicio de los buenos tiempos. Ustedes ya me conocen, algunos me tachan de cascarrabias e inconformista otros de decir las cosas por su nombre y pienso que seguramente al resto del mundo le importe un pimiento lo que escribo. Nunca he tenido una depurada técnica y reconozco que mi prosa es mas bien rústica y rudimentaria pero existe algo que me diferencia de muchos, siempre escribo más con el corazón que con la cabeza.

Hoy el corazón me pide sensaciones, recordar el bendito desasosiego de la dulce espera de la llegada en la noche de Reyes, la imagen única e inenarrable de la cara de ilusión de un niño, el roscón bañado en humeante y prohibitivo chocolate y hasta ese calor especial que te genera tu manta de siempre en las noches de frio intenso.

Tiempo habrá de seguir descerrajando palabras contra la injusticia social y la retórica política, ahora me quedo con la terapia que necesito, todos esos momentos que me hacen sentir bien y que nos reconfortan. Me he atrevido a pedir por ustedes a SSMM los Reyes Magos de Oriente todas esas cosas, se hayan portado bien o no. Un mucho de salud, un poco de tranquilidad, una mano amiga, un buen recuerdo, una buena mirada, un buen gesto, un regalo imprevisto, un espontáneo y tierno beso, un halago, un piropo, una sonrisa, todas esas bellas percepciones en las que habitualmente no reparamos porque las sombras de la vida nos impiden verlas con claridad. Escribo esta inusual carta a los Reyes Magos mientras de fondo suena el Minuet in G Minor de Handel... ¡Y hasta estoy llorando de alegría! Precisamente a esto... a esto hoy me refería.

¡¡Feliz día de Reyes!!

Juan Carlos Gumiel