La Guardia Civil destruyó más de 6.000 armas en Alicante el pasado año 2019

Solo en la provincia alicantina, las autoridares se deshicieron de 6.269 armas. De ellas, 581 corresponden a armas cortas, 2.117 a armas largas y 3.571 a otros tipos

Imagen de archivo de incautación de armas (Guardia Civil)

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La Guardia Civil destruyó durante el pasado año 2019 un total de 86.566 armas, entre las cuales más de 62.000 eran de fuego.

Estas actuaciones se enmarcan dentro de la normativa vigente en España y se suma al Programa de Acción de Naciones Unidas sobre el comercio ilícito de armas pequeñas y ligeras, que tuvo su origen en la Conferencia Internacional de las Naciones Unidas sobre el Comercio Ilícito de Armas Pequeñas y Ligeras celebrada en Julio de 2001.

En la citada Conferencia, quedaba patente, entre otras cuestiones, “la preocupación por la fabricación, transferencia y circulación ilícitas de armas pequeñas y ligeras y por su acumulación excesiva y proliferación incontrolada en muchas regiones del mundo, lo cual tiene consecuencias humanitarias y socioeconómicas de muy diversa índole y supone una grave amenaza para la paz, la reconciliación, la seguridad, la estabilidad y el desarrollo sostenible en los planos individual, local, nacional, regional e internacional”.

A partir de ahí, la ONU estableció que, cada 9 de julio, se celebraría el Día Internacional de la Destrucción de Armas de Fuego, con el fin de promover acciones para la eliminación de las armas de fuego de origen ilícito.

Actualmente, la competencia en materia de armas y explosivos que tiene el Estado se materializa por medio de las Intervenciones de Armas y Explosivos de la Guardia Civil. Estas unidades controlan el acceso legal a las armas, para lo cual el Reglamento vigente establece unos requisitos, entre los que se encuentran la carencia de antecedentes penales así como la superación de pruebas teóricas y prácticas sobre el uso y manejo.

Asimismo, para evitar que un arma pueda ser utilizada indebidamente cuando el titular deje de tener derecho a su tenencia y uso, la normativa establece que sea inutilizada o destruida. La inutilización de un arma está regulada por una normativa muy severa desde el año 2011, de tal modo que es sometida a un proceso que finaliza con la imposibilidad de volver a usarla con plena capacidad de funcionamiento.

Periódicamente, la Guardia Civil lleva a cabo la destrucción de armas de fuego de diversos calibres, así como de armas blancas prohibidas. Algunas de ellas están implicadas en ilícitos, penales o administrativos y tras el correspondiente procedimiento se determina su destrucción. Otras, por cesar sus titulares en el derecho a la tenencia y uso y no haber sido adjudicadas en subastas, tienen el mismo fin.