El plasma rico en plaquetas y el ácido hialurónico permiten abordar la artrosis sin intervención quirúrgica

“Llevar un buen control del peso, la salud cardiovascular, la resistencia y la fuerza muscular, son factores protectores para la prevención y desarrollo de la artrosis”

El plasma rico en plaquetas y el ácido hialurónico permiten abordar la artrosis sin intervención quirúrgica

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La artrosis es una enfermedad degenerativa en la que se produce una destrucción progresiva de una articulación. Con el progresivo envejecimiento de la población, la prevalencia de dicha enfermedad cada vez es más frecuente. “Entre los principales tratamientos no quirúrgicos que mejores resultados ofrecen para la artrosis de rodilla encontramos el tratamiento con factor de crecimiento plaquetario o plasma rico en plaquetas y el ácido hialurónico”, explica el Dr. David Perea, traumatólogo del Hospital Vithas Medimar. “Ambos tratamientos pueden ser combinados con colágeno hidrolizado para obtener un mejor resultado”, explica.

Los factores de crecimiento son unas proteínas con una función clave en el proceso de reparación y regeneración de los tejidos. Su aplicación estimula y acelera el proceso de cicatrización y de regeneración de la mayoría de los tejidos del organismo.

Por otro lado, “el ácido hialurónico es una sustancia que se encuentra en nuestras articulaciones que soportan carga y cuya función es lubrificar y amortiguar dicha articulación. Las infiltraciones de este ácido permiten aumentar la concentración en el líquido articular, con lo que disminuye la fricción entre los huesos”, detalla el especialista.

Factores de riesgo para la artrosis de rodilla

La obesidad, actividades deportivas de impacto, la edad, traumatismos previos y tener ante-cedentes familiares de artrosis son factores de riesgo para padecer artrosis de rodilla. “Llevar un buen control del peso, la salud cardiovascular, la resistencia y la fuerza muscular, son factores protectores para la prevención y desarrollo de la artrosis”, especifica Perea.

“Realizando una actividad física regular mejoramos nuestra capacidad articular y ya hay estudios que relacionan la práctica deportiva regular con la prevención de la artrosis”, concluye.

Tratamiento quirúrgico de la artrosis

“Cuando la artrosis está localizada en forma de lesión condral focal (artrosis localizada en una zona), la artroscopia con técnica CMA (célula madre mesenquimal) nos permite tratar y recuperar la lesión en muchos casos; cada día se da más importancia a la alineación del eje de carga de la rodilla mediante osteotomías e injertos meniscales o sustitutos de menisco para corregir una artrosis que se localiza en un único compartimento de la rodilla”, comenta el doctor.

“En cualquier caso, cuando la artrosis de rodilla ha evolucionado, la cirugía de artroplastia tricompartimental de rodilla (prótesis de rodilla) permite recuperar la alineación normal del eje de carga, la movilidad, disminuir de forma muy significativa el dolor y, en general, recuperar la funcionalidad perdida. Con el uso de sistemas de navegación y plantillas personalizadas a cada paciente conseguimos mejorar la predicción del mejor resultado clínico”, explica el Dr. Perea.