Alerta en Alicante: el 29% de la población sufre soledad severa

Uno de cada tres alicantinos vive en aislamiento social siendo los más afectados los jóvenes y las personas mayores

Isabel Bartolomé

Alicante - Publicado el

4 min lectura

Un estudio de la Universidad de Alicante revela cifras preocupantes sobre el aislamiento social en la provincia, con un impacto especial en jóvenes y mayores.

Casi uno de cada tres alicantinos sufre soledad severa o muy severa

La soledad se ha convertido en un problema de gran calado en Alicante. Un estudio realizado por la Universidad de Alicante (UA), con una muestra de 1.898 personas mayores de 18 años, ha puesto cifras a esta preocupante realidad: un 29% de la población sufre soledad severa o muy severa, mientras que un 44,8% experimenta aislamiento social de forma moderada.

Este diagnóstico es el punto de partida para la creación de un Plan Estratégico contra la Soledad, una iniciativa que buscará articular medidas concretas para reducir el impacto de este fenómeno en la sociedad alicantina.

Un problema que afecta a todas las edades, pero con focos clave

El estudio refleja que la soledad no es exclusiva de un grupo de edad en particular. Sin embargo, hay sectores de la población especialmente vulnerables como es el caso de las personas mayores de 75 años porque muchas de ellas viven solas o han perdido su red de apoyo.

No obstante, uno de los datos más llamativos del estudio es el que dejan los jóvenes de entre 18 y 25 años. Sorprendentemente, este grupo también muestra altos niveles de aislamiento social. Factores como la hiperconexión digital, la falta de contacto social real y los cambios en los modelos de interacción pueden estar influyendo.

También las personas con bajos ingresos o en situación de desempleo se ven especialmente afectadas por este problema. La precariedad económica y la inestabilidad laboral agravan la sensación de soledad, al dificultar la participación en actividades sociales y limitar el acceso a redes de apoyo.

También el estado civil influye directamente en la percepción de la soledad. No es la misma en personas viudas, solteras o divorciadas que en aquellas que tienen pareja porque suelen sentirse menos aislados que los que han enviudado, se han separado o no han formado un vínculo estable.

El deterioro del tejido vecinal y el impacto en la salud

Uno de los datos más alarmantes del estudio es que el tejido vecinal, que tradicionalmente ha sido un elemento clave en la lucha contra la soledad, se está deshaciendo. Mientras que las relaciones laborales han crecido, el sentido de comunidad en barrios y pueblos se ha debilitado.

Además, los expertos advierten que la soledad no es solo un problema emocional, sino que tiene graves consecuencias para la salud. Los datos del estudio revelan que quienes tienen más problemas de salud y menor actividad física experimentan niveles de soledad más altos. También las personas sin apoyo social alcanzan una puntuación de 9,77 sobre 11 en la escala de soledad utilizada en el estudio, lo que refleja un nivel extremo de aislamiento.

La soledad está asociada a un mayor riesgo de depresión, ansiedad, enfermedades cardiovasculares y un deterioro en la calidad de vida.

Una respuesta institucional: la Diputación lanza un Plan Estratégico contra la Soledad

Ante este escenario, la Diputación de Alicante ha decidido actuar con la puesta en marcha de un Plan Estratégico contra la Soledad, que contará con la colaboración de la Universidad de Alicante y el tejido asociativo de la provincia.

El objetivo de este plan es coordinar esfuerzos entre administraciones, entidades del tercer sector y otros agentes clave para implementar medidas eficaces que reduzcan el aislamiento social en la provincia.

El diseño del Plan Estratégico se llevará a cabo en 2025 y su aplicación se extenderá a partir de 2026 durante un período de cuatro años. Algunas de las iniciativas que podrían contemplarse son el fomento de actividades comunitarias y redes vecinales para reforzar la convivencia, ampliación del acceso a los servicios de salud mental y apoyo emocional, el uso de la tecnología para conectar a personas en riesgo de aislamiento o la creación de programas de acompañamiento para mayores y jóvenes.

José Antonio Rabadán, profesor asociado del Departamento de Trabajo Social y Servicios Sociales de la UA y director de la investigación, pone el foco en la necesidad de actuar sobre los factores de riesgo. "Es imprescindible una respuesta institucional coordinada que aborde la soledad desde una perspectiva integral, incluyendo factores sociales, económicos y de salud", destacó.

Conclusión: una llamada a la acción contra la soledad

La soledad es un problema que afecta a un porcentaje significativo de la población alicantina, con consecuencias emocionales, sociales y sanitarias graves. El compromiso de la Diputación de Alicante y la Universidad de Alicante para abordar este fenómeno es un paso clave hacia la construcción de una sociedad más conectada y solidaria.

Sin embargo, la lucha contra la soledad no solo depende de las instituciones, sino también de la implicación de la comunidad. Fortalecer las redes vecinales, fomentar la inclusión social y promover espacios de encuentro y apoyo son acciones fundamentales para combatir este problema.