Atrapan en Alicante a los dos últimos fugados de la cárcel más segura de Portugal
Tras meses de intensa búsqueda, la Policía Nacional ha capturado a Rodolfo Lohrmann y Mark Cameron, dos peligrosos criminales fugados de Vale de Judeus
Alicante - Publicado el
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Alicante se ha convertido en el epicentro del desenlace de una de las fugas carcelarias más sonadas de los últimos tiempos. Agentes de la Policía Nacional han detenido en una gasolinera de la provincia a Rodolfo José Lohrmann, alias "El Ruso", y a Mark Cameron Roscaleer, los dos últimos prófugos de la prisión de máxima seguridad de Vale de Judeus, en Portugal. La detención pone fin a cinco meses de intensa búsqueda y refuerza la cooperación internacional en la lucha contra el crimen organizado.
La captura se llevó a cabo gracias a un amplio operativo de la Policía Nacional, en colaboración con las autoridades lusas. Los fugitivos, considerados altamente peligrosos, portaban documentación falsa de Eslovenia, placas de matrícula falsas, una importante cantidad de dinero en efectivo y dos armas de fuego cortas, lo que indica que continuaban con actividades ilícitas en España.
Una fuga digna de película
La historia de esta fuga comenzó el siete de septiembre de 2024, cuando cinco reclusos escaparon de la prisión de Vale de Judeus, situada en Alcoentre, a unos 70 kilómetros al norte de Lisboa. Los fugados no eran delincuentes comunes, sino criminales con un amplio historial delictivo y considerados de alta peligrosidad.
Entre ellos se encontraba Rodolfo José Lohrmann, un argentino de 61 años, conocido en el mundo criminal como "El Ruso". Su historial delictivo abarca más de 50 países, y en el momento de su fuga cumplía una condena de 17 años en Portugal mientras esperaba ser extraditado a Argentina, donde también se le buscaba por graves delitos.
Por otro lado, Mark Cameron Roscaleer, ciudadano británico de 36 años, cuenta con un historial de delitos violentos, incluyendo tortura y robo en el Algarve en 2018. Además, había intentado fugarse anteriormente de otra prisión portuguesa, lo que demostraba su alto nivel de peligrosidad y determinación para eludir a la justicia.
La fuga no fue improvisada. Según las investigaciones, los reclusos contaron con ayuda externa y utilizaron una escalera para escalar los muros de la prisión. Esta acción desató una alerta en toda Europa, y la Policía Judicial portuguesa emitió de inmediato órdenes de detención europeas. Se sospechaba que algunos de los prófugos habían cruzado la frontera hacia España, lo que llevó a una estrecha colaboración entre las fuerzas de seguridad de ambos países.
Cinco fugados, cinco capturas
Hasta diciembre de 2024, tres de los cinco fugados ya habían sido detenidos: Fernando Ribeiro Ferreira fue arrestado en el norte de Portugal, Shergili Farjiani cayó en Padua, Italia yFábio Loureiro fue capturado en Tánger, Marruecos. Sin embargo, Lohrmann y Cameron lograron mantenerse en paradero desconocido durante más tiempo, lo que los convirtió en los criminales más buscados de Portugal.
Las investigaciones dieron un giro a finales de enero de 2025, cuando la Policía Nacional de Alicante recibió informes que situaban a los fugitivos en la costa española, entre Alicante y Málaga. Se sospechaba que ambos estaban implicados en actividades delictivas como extorsiones y ajustes de cuentas para una organización criminal dedicada al tráfico de drogas.
La confirmación definitiva llegó días después, cuando una víctima de amenazas de muerte denunció ante la Policía haber sido extorsionada por los dos fugitivos. Esto permitió a los agentes estrechar el cerco en torno a ellos.
La captura en Alicante
Las pesquisas llevaron a los investigadores hasta Murcia, donde lograron identificar el vehículo que los criminales estaban utilizando. Posteriormente, el coche fue localizado en la provincia de Alicante.
En un rápido operativo, los agentes del GRECO Levante, junto con las Brigadas Provinciales de Policía Judicial de Murcia y Alicante y la Comisaría de Lorca, consiguieron interceptar el vehículo en una gasolinera de Alicante y detener a los fugitivos sin que pudieran ofrecer resistencia.
En el registro del coche, la Policía encontró documentación falsa de Eslovenia, matrículas falsas, una gran suma de dinero en efectivo y dos armas de fuego cortas, lo que evidenciaba que los detenidos seguían operando en el mundo criminal.
Con esta operación, la Policía Nacional pone fin a la caza de los cinco fugados de Vale de Judeus, en lo que se considera un importante golpe contra el crimen organizado y un claro ejemplo de cooperación policial internacional.
Los detenidos han sido puestos a disposición de la Audiencia Nacional, que gestionará su extradición a Portugal, donde se enfrentarán a nuevos cargos por su fuga y otros delitos cometidos tras su huida.