Los bomberos de Alicante avisan: "Las Hogueras de este año no tienen garantizada su seguridad"

Sigue el conflicto de los Bomberos de Alicante con el Ayuntamiento y crece el malestar de los efectivos. La mayoría de ellos, unos 120 de los 150 que forman la plantilla, están dentro de la Plataforma de Bomberos  del Ayuntamiento de Alicante que organizó la fuerte protesta del pasado pleno municipal en la que los bomberos niegan que hubiera agresión alguna. Ahora, hartos de lo que para ellos es "una campaña de mentiras" orquestada por el equipo de gobierno con el alcalde Barcala a la cabeza, la Plataforma, creada al margen de los sindicatos, lanza un comunicado y un vídeo en el se denuncian las deficiencias del servicio y la situación que vive el cuerpo "sin que se cumpla lo que se nos dijo". De ahí que ya adviertan que, de no cambiar la situación, la Cremà de este año estará difícil y que "las Hogueras no tienen garantizada su seguridad porque muchos efectivos no estarán". 

La Plataforma de Bomberos del Ayuntamiento de Alicante ha anunciado su firme decisión de no prestar servicio durante las Hogueras de 2025, incluida la noche de la Cremà y la guardia de refuerzo. Esta determinación, respaldada por numerosos profesionales del Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento , responde al malestar acumulado en los últimos años debido a lo que consideran una falta de compromiso de la Administración con su servicio y condiciones laborales.

 Un conflicto latente que estalla en 2025  

Los bomberos han dejado claro que esta medida no es un acto improvisado, sino la continuación de una lucha que comenzó el año pasado ante el incumplimiento reiterado de compromisos por parte de la Administración. Según la Plataforma, la seguridad en las Hogueras de Alicante se ha deteriorado progresivamente y la falta de respuesta a sus reivindicaciones ha llevado a una situación insostenible.

El comunicado subraya que los profesionales del SPEIS han demostrado durante años su disposición y profesionalidad, asumiendo turnos extraordinarios y garantizando la seguridad de la ciudad en momentos críticos. Sin embargo, denuncian que esta buena voluntad ha sido ignorada, sin que se adopten medidas para mejorar las condiciones del servicio.

Uno de los puntos más críticos de la protesta es la advertencia de que el dispositivo de seguridad para la noche de la Cremà no está garantizado. La negativa de un número significativo de bomberos a prestar servicio pone en riesgo la cobertura de un evento de gran afluencia y peligro potencial.

La situación se ha visto agravada por la reciente comunicación de la Concejalía de Seguridad Ciudadana, en la que se afirmaba que, en caso de no contar con suficientes efectivos voluntarios, se podría recurrir a otros empleados públicos con las condiciones necesarias para el puesto. Los bomberos consideran esta medida una muestra del menosprecio hacia su labor y una prueba de que su participación se considera prescindible.

 Reivindicaciones claras y una postura firme  

La Plataforma de Bomberos ha establecido una serie de objetivos prioritarios que exigen ser atendidos, entre los que destacan: la regulación del escalafón de interinos y mandos, mejora del parque auxiliar y de las instalaciones en la calle Italia, renovación del parque móvil y mejora del mantenimiento, refuerzo de retenes en Tabarca y logística, equiparación horaria con el resto de la plantilla y una planificación adecuada de la formación, además de crear una bolsa de guardias extraordinarias para garantizar la cobertura mínima.

Los bomberos han dejado claro que no se conformarán con promesas vacías y que solo aceptarán soluciones concretas. Además, han advertido que no están dispuestos a negociar con la Administración mientras no se produzcan cambios reales.

 Advertencia a la Administración: sin soluciones, no habrá servicio  

La decisión es firme: si la Administración no toma medidas concretas y efectivas, los bomberos no prestarán servicio en las Hogueras 2025. La Plataforma insiste en que la responsabilidad de garantizar la seguridad recae en los responsables municipales, quienes deben asumir las consecuencias de su inacción.

Con meses de antelación, han puesto sobre la mesa su postura para evitar improvisaciones de última hora. Ahora, el Ayuntamiento tiene la última palabra.