¿Cuál es el origen de comer uvas en Nochevieja?
Este producto cuidado con tanto mimo en la provincia de Alicante,marca la tradición de Nochevieja en España, con una técnica única que garantiza la calidad y dulzura en cada racimo.
Alicante - Publicado el
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En la cuenta atrás para dar la bienvenida al Año Nuevo, una tradición reina en España: comer doce uvas al ritmo de las campanadas. Aunque esta costumbre está presente en todo el país, pocos conocen el papel protagonista de un producto único: la uva embolsada del Vinalopó, una denominación de origen protegida en la provincia de Alicante.
El presidente de la Denominación de Origen Uva Embolsada del Vinalopó, Pepe Bernabéu ha pasado esta mañana por los micrófonos de Mediodía COPE Alicante y ha asegurado que "este año la producción va a ser buena porque en otoño apenas hemos tenido lluvia y la uva embolsada agradece que estos últimos meses sean secos.Este año podemos dar la bienvenida al Nuevo Año con una buena calidad de uva y con un precio muy parecido al del año pasado."
La variedad de uva Aledo,es única porque se recoge a finales de año y es cultivada en la provincia de Alicante con una técnica singular que implica cubrir cada racimo con una bolsa de papel.Esta bolsa no solo asegura su protección frente a plagas y condiciones climáticas adversas, sino que también contribuye a su textura y dulzura característica. Esto la convierte en la elección preferida para una tradición que combina superstición y sabor. Según el ritual, cada uva consumida al compás de las doce campanadas simboliza un mes de buena fortuna en el año entrante.
TRADICIONES EN NOCHEVIEJA
España no es el único país con rituales únicos para despedir el año. En Italia, es común comer lentejas como símbolo de riqueza, mientras que en Brasil, muchos visten de blanco y saltan siete olas en la playa para atraer buena suerte. En Dinamarca, la gente rompe platos frente a las puertas de amigos y familiares para desearles prosperidad, y en Japón, las familias tocan campanas en los templos budistas exactamente 108 veces, simbolizando la purificación de los deseos mundanos.
En nuestro país la tradición de las doce uvas, que hoy se vive con entusiasmo en hogares y plazas, tiene un origen peculiar que para muchos es desconocido. Aunque existen varias versiones sobre su origen, la más extendida data de finales del siglo XIX, cuando en 1882 algunos madrileños comenzaron a tomar uvas al son de las campanadas de la Puerta del Sol como una forma satírica de imitar las cenas aristocráticas de Nochevieja.
Sin embargo, la práctica se consolidó en 1909 gracias a un excedente de cosecha de uvas en la provincia de Alicante. Los agricultores, buscando una salida a este producto, promovieron la idea de consumirlas como símbolo de buena suerte al comenzar el año.
¿Y por qué comemos doce uva?. Muchas personas piensan que se debe al número de campanadas pero verdaderamente las doce uvas representan cada uno de los meses del calendario. Desde entonces y hasta nuestros días, esta costumbre se ha convertido en una tradición nacional.
Las tradiciones de Nochevieja, por muy variadas que sean, comparten un objetivo común: celebrar el final de un ciclo y recibir con esperanza lo que está por venir. Y en España, esa bienvenida siempre será al ritmo de doce campanadas y doce pequeñas joyas de sabor que llevan el sello del Vinalopó.