Detienen a un grupo de menores como presuntos autores de la oleada de robos en el colegio Benalúa de Alicante

Siete jóvenes, uno de 18 años y el resto de entre 15 y 17, han sido detenidos por su supuesta participación en la reciente oleada de robos en el colegio público Benalúa de Alicante, donde hubo cinco sustracciones en solo dos semanas.

Esa racha de robos provocó gran alarma en la comunidad educativa de ese centro escolar y empujó a que un grupo de padres se turnara durante las 24 horas para vigilar en el patio con el fin de evitar nuevos asaltos y el consiguiente perjuicio en el día a día de la actividad educativa.

La Policía Nacional ha informado hoy de los arrestos (seis españoles y un marroquí) y ha indicado que uno de los menores, el considerado cabecilla, conocía perfectamente las instalaciones del colegio ya que realizó anteriormente un curso de verano, mientras que el de 18 años había huido a Palma de Mallorca para tratar de evitar la acción de la Justicia.

Las detenciones han sido posibles después de la identificación a través de unas huellas dactilares de, precisamente, el joven de 18 años, quien contaba con antecedentes policiales y fue localizado en Palma de Mallorca.

Una vez caído este individuo, se logró identificar al resto, todos menores pero muchos de ellos con un amplio historial delictivo hasta el punto de que algunos de ellos tenían en los robos su modo de vida.

El considerado cabecilla del grupo, uno de los menores, conocía perfectamente las instalaciones del colegio y los sistemas de vigilancia gracias a que había realizado allí un curso de verano.

La relación de los objetos sustraídos y daños denunciados superaba los 10.000 euros entre proyectores (400 euros cada uno), televisores, ordenadores, monitores, termómetros digitales, altavoces, pantallas, grapadoras, tijeras y demás material escolar, además de numerosos postres infantiles (un día se llevaron 72 natillas), un jamón y otros alimentos sin determinar.

Se han podido recuperar dos de los proyectores, un termómetro digital y alimentos, objetos que escondían después de cada robo en lugares cercanos al centro para posteriormente venderlos por las vías habituales de compra venta de efectos sustraídos.

La Policía, que no descarta más detenciones, atribuye a los jóvenes los supuestos delitos de robo con fuerza, daños y receptación, y todos ellos han sido puestos a disposición de la fiscalía de Menores y del juzgado de guardia de Palma y Alicante.