Las lluvias dan una tregua el fin de semana en Alicante, pero seguirán

Las tormentas caídas en la provincia han servido para dar un alivio a los acuíferos, pantanos y embalses

Isabel Bartolomé

Alicante - Publicado el

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A una semana para la llegada dela primavera, en Alicante no para de llover. El agua ha tardado en llegar durante un otoño e invierno secos, pero en los últimos días ha sido la protagonista. Este fin de semana nos dará una tregua, pero habrá que seguir teniendo los paraguas a mano porque a partir del lunes volverán las lluvias, la inestabilidad, sobre todo al litoral. De nuevo se registrarán, hasta el jueves, chubascos y tormentas "con posibilidad de que alguna sea intensa", explica Jorge Olcina, director del Observatorio Meteorológico de la Universidad de Alicante.

De momento el tiempo dará una tregua y la provincia vivirá un fin de semana marcado por la variabilidad meteorológica, con cambios entre el sábado y el domingo. Estos días serán más tranquilos aunque se podría escapar algún chaparrón "el sábado por la mañana o el domingo por la tarde". 

El sábado comenzará con cielos despejados, pero se nublará progresivamente por la tarde. Se espera la posibilidad de lluvias débiles y aisladas en el litoral, mientras que las temperaturas mínimas descenderán, con heladas débiles en el interior. Las máximas se mantendrán estables.

Para el domingo, se prevé un cielo cubierto durante la mayor parte del día, con probabilidad de lluvias, sobre todo a partir de la tarde. Las mínimas ascenderán ligeramente.

En general en la provincia el tiempo estará marcado por el sol al mediodía y temperaturas más elevadas que en las últimas jornadas. Se podrá llegar a los 19 grados en el litoral en las horas centrales, y las mínimas subirán hasta los 16 grados en la costa y los 12 en el interior.

Este está siendo un mes de marzo lluvioso y muy beneficioso para la recogida de lluvia en acuíferos, embalses y los suelos donde la humedad aguanta debido a que los cielos están cubiertos y esto reduce la evaporación. Las precipitaciones han servido para ahorrar dos riegos al campo y eso ha supuesto un alivio para los agricultores cada vez más preocupados por los estragos de la sequía.