La radio, el salvavidas informativo durante el gran apagón en la comarca de la Marina Alta

Mientras la mayoría de los hogares permanecían sin electricidad, sin cobertura móvil y con Internet fuera de servicio, la radio volvió a demostrar su poder: millones de personas se mantuvieron informadas gracias a este medio clásico, pero infalible.

Durante las más de 11 horas que duró el apagón que afectó a buena parte de la Península, la radio se convirtió en la única fuente de información inmediata y constante para muchos ciudadanos.

Programas en directo, boletines especiales y conexiones con los servicios de emergencia permitieron que la población supiera qué estaba ocurriendo, en un momento donde otras vías de comunicación se vieron completamente colapsadas.

En casas, coches y hasta a través de pequeños transistores de bolsillo, el sonido de la radio fue la única compañía para muchos. En zonas como la Marina Alta, donde la caída de la red eléctrica también afectó al suministro de agua y las conexiones telefónicas, escuchar la radio fue más que un acto informativo: fue una herramienta de tranquilidad.

La situación ha puesto de relieve la importancia de mantener este medio en funcionamiento ante emergencias. Muchos usuarios agradecieron en redes sociales —una vez restaurado el servicio— el papel de emisoras locales, autonómicas y nacionales por mantener un hilo de conexión con el exterior cuando todo parecía detenido.

Con este episodio, la radio no solo resistió el apagón: volvió a brillar con fuerza como medio de servicio público esencial.