Solidaridad a contrarreloj: así salvó Ondara los helados de una heladería en pleno apagón
Más que una anécdota, se convirtió en un ejemplo de cómo, en los peores momentos, la unión y el apoyo mutuo pueden marcar la diferencia

Entrevista con Fini, gerente de la heladería
Denia - Publicado el
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En medio del caos que trajo consigo el gran apagón eléctrico que dejó a oscuras durante horas a buena parte de la Marina Alta, emergen historias que devuelven la fe en la comunidad. Una de ellas ocurrió en Ondara, donde una heladería local estuvo a punto de perder todo su género por la falta de suministro eléctrico.
Fini, una de las gerentes del establecimiento, relata que el momento fue angustiante: “Cuando vimos que pasaban las horas y los congeladores no aguantaban más, temimos lo peor. Era todo nuestro trabajo y esfuerzo de meses”. Pero en lugar de resignarse, miraron hacia sus vecinos. Y allí apareció la chispa de esperanza.
Negocios colindantes no dudaron en prestar su ayuda: desde prestar generadores hasta colaborar en la logística para instalarlos y mantenerlos activos durante la noche. “Fue emocionante. Nos ofrecieron generadores, alargadores, incluso se quedaron hasta tarde ayudando con linternas. La solidaridad que vivimos fue increíble”, asegura Fini con gratitud.
Gracias a esta colaboración vecinal y una rápida reacción, consiguieron mantener la temperatura adecuada y salvar su mercancía. Más que una anécdota, se convirtió en un ejemplo de cómo, en los peores momentos, la unión y el apoyo mutuo pueden marcar la diferencia.
Hoy, la heladería sigue funcionando con normalidad, pero sus vitrinas no solo conservan helados: guardan también el recuerdo de una comunidad que no dejó que el frío se derritiera por culpa de la oscuridad.