Ayudas estatales

La cerámica alerta del "fracaso" que pueden suponer las ayudas estatales por el pago a proveedores

La obligación del pago a 60 días, complicado en un sector eminentemente exportador, pone en entredicho la idoneidad de la fórmula de las ayudas a la industria gasintensiva.

Alberto Marco

Castellón - Publicado el - Actualizado

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El más de un centenar de empresas del sector azulejero que optan a recibir una ayuda del gobierno central para compensar la subida del gas en los últimos 2 años estudian la viabilidad de poder aceptarlo a cambio de mantener controladas sus cuentas. Según apunta en COPE Alberto Echavarría, secretario general de ASCER, “mientras las ayudas sigan condicionadas a requisitos como la Ley General de Subvenciones puede que no lleguen nunca. Lo único que hemos recibido es esta resolución provisional, que indica cual es el importe al que las empresas pueden acceder, que por cierto se ha visto reducido en un 30 por ciento de medio porque no han dotado con fondos suficientes el programa. Ahora las empresas deberán determinar si los importes les parecen interesantes ya que están cerca a poder afrontar las facturas pendientes a menos de 60 días. Si no estás pagando a 60 días te tienes que endeudar, buscando una financiación y sumar esa a la que ya tienes para poder disfrutar de algo que debería llegar sin cortapisas”.

Y es que el cumplimiento de la Ley General de Subvenciones, con la obligatoriedad de tener que afrontar el pago a proveedores a 60 días, hace que muchas de ellas puedan acabar optando a su renuncia. Un hecho que nos ha explicado en COPE Echavarría, que alerta que con esta imposición las ayudas acaban por no ayudan y pueden generar mayores pérdidas: "El principal handicap es la Ley general de Subvenciones. Mientras siga en vigor, muchas de las empresas que ahora les están poniendo ayudas a su disposición, si están pagando a 60 días y el “gap” es muy grande, Me quieres decir que me tengo que endeudar por 4 para recibir 1, es que mis bancos no me van a dar 4 millones, tendré que renunciar. Mientras siga habiendo regulación que impida recibir dicho dinero, esas ayudas no ayudan, son un handicap”.

La principal razón para ello es el carácter exportador del sector. El hecho de enviar el 75 por ciento de la producción más allá de nuestras fronteras genera que el calendario de pagos desde la recepción de pedidos se amplíe como mínimo a 8 meses, lo que hace que adaptarse a un plazo de pagos tan corto resulte casi imposible: “Desde recibir la orden hasta que el cliente genera los ingresos para pagarte pueden pasar mínimo 8 meses. No todos los países están obligados a pagar a 60 días como aquí y yo tendré que pagar cuando recibo ese dinero. Si el 75% de mis ventas se van fuera, eso quiere decir que o pago a mis proveedores les pago según cobro o tengo que financiar el 75 por ciento de mis ventas, y eso es inasumible. Una empresa que factura 100 millones debería endeudarse por 75, es absurdo”.

Lo que sí ha dejado claro el secretario general de ASCER es que, bajo su opinión, las ayudas se avecinan a cerrarse con fracaso. El primer síntoma ya se ha dado con las empresas que se han presentado, dado que de las 11 mil que forman los 36 sectores afectados sólo se han formalizado 495 solicitudes: “Para mediados de diciembre veremos si es un éxito o un fracaso, aunque a primera vista parece un fracaso. Los 36 sectores suponen más de 11 mil empresas y sólo se han recibido 495 solicitudes. La gran mayoría han renunciado a recibir las ayudas”.

Se espera que a mediados de noviembre llegue la resolución definitiva y antes que acabe el año se hayan realizado los pagos que finalmente acepten el dinero... que no se espera sea un alto número.