Denuncian el robo de diez ordenadores en la Escola d'Art de Castellón
Estudiantes de la Escola d'Art i Disseny de Castelló denuncian el robo dentro de las instalaciones educativas de diez ordenadores
Conservatorio de Castellón
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Según lamentan alumnos de la Escola d´Art i Disseny de Castelló, denuncian el robo dentro de las instalaciones educativas de diez ordenadores valorados en más de 15.000 euros, que ha provocado perder los trabajos que habían elaborado durante meses y lamentan que nadie se haga responsable de la pérdida material y moral. Han efectuado una marcha de protesta esta mañana hasta la sede de la consellería de Educación.
"El pasado viernes 25 de febrero de 2022 entre las 11:15 y las 11:30 de la mañana y aprovechando el descanso destinado al almuerzo, fueron sustraídos un total de 10 ordenadores portátiles pertenecientes a alumnos y con un coste estimado de más de 15.000 €, que se encontraban dentro del aula 1.6 de la Escola D’art i Disseny de Castelló, ubicada en la plaza Fadrell de la capital de La Plana, hasta aquí los lamentables hechos objetivos, pero ¿Cómo se llega a dar una situación en la que se hace posible el hurto de 10 ordenadores a plena luz del día, en horario laboral, en una escuela atestada de alumnos y profesores?.
En primer lugar, hay que contar con el infortunio como elemento propiciatorio, coincidió que era un día con una actividad algo distinta a la usual, con personas entrando y saliendo de las clases, ya que se estaban reinstalando las cortinas de las aulas, ubicando algún nuevo equipo informático en estas junto a la inauguración de una exposición en el hall de la escuela.
Otro elemento sin duda es el exceso de confianza que llevó al alumnado a dejar sus pertenencias dentro del aula, dado lo escaso del tiempo de descanso, apenas 20 minutos en los que dado que llovía no llegaron ni a atravesar las puertas del centro.
Y por último y el que parece ser el elemento principal y por el que entendemos que se dieron los hechos. De forma paulatina se ha ido reduciendo el personal relacionado con conserjería existente en la escuela, hasta llegar al punto actual en el que el centro cuenta con una persona destinada a este fin y que desarrolla su labor unicamente durante las mañanas, quedando la escuela desprovista de este servicio durante el horario de tardes. Ante esta situación se ha optado por cerrar la puerta de acceso al centro de modo que alguien (profesorado, alumnado, personal de limpieza) debe abrir desde dentro para permitir el acceso. También se ha instado a extremar la vigilancia, ya que de manera creciente se han dado hurtos en el centro y se ha encontrado a individuos deambulando por este presumiblemente con intenciones delictivas, resumiendo, los alumnos, personal de limpieza y profesores han acabado siendo conserjes, vigilantes, porteros...
Obviamente, esta queja junto a muchas otras es una constante que se hace llegar a Conselleria, Iseac y cualquier autoridad superior a la escuela dentro de este entramado burocrático que realmente no comprendemos, pero que nos afecta, haciendo que nuestros estudios en teoría equivalentes a un grado universitario cuenten con unas instalaciones y servicios como poco de segunda en comparación con otros centros de la misma ciudad.
Desde estas instituciones elevadas se insta a dejar las clases abiertas en el recreo, ventanas y puertas, debido a la Covid, del mismo modo que han retirado mobiliario que el alumnado empleaba para hacer algo más cómoda su vida en el centro, así como microondas y demás.
Por tanto, estas circunstancias impuestas desde estos organismos ha propiciado el hurto que hemos sufrido, dentro de unas instalaciones sin el más mínimo sistema de vigilancia, ni tecnológico ni humano, obligando a dejar las clases abiertas en un centro donde quien quisiera perpetrar cualquier delito tenía tiempo y espacio para campar a sus anchas. Como siempre somos los estudiantes quienes acabamos pagando medidas impuestas por autoridades que no conocen nuestro día a día y a los que tristemente solo interesamos cuando les somos útiles para sacarse una foto junto con “los y las artistas”, pues en este caso no somos artistas, somos diseñadores y sin nuestros ordenadores pagados con mucho esfuerzo y en el mejor de los casos alguna raquítica beca, no podemos trabajar. Por lo tanto, exigimos responsabilidades a quien corresponda y no vamos a dudar en hacernos oír, ver y sentir donde sea necesario".