Los proyectos de plantas solares en Castellón "serán la ruina para los pueblos"

Las macroplantas solares en áreas como les Coves de Vinaromà y Les Useres mantienen en vilo a estos pueblos por los perjuicios para su futuro

Quique Rodríguez

Castellón - Publicado el - Actualizado

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El interior de la provincia no se resigna frente a los grandes proyectos de energías renovables que se pretenden instalar, caso de lo que se pretende llevar a cabo en les Coves de Vinromà o Les Useres, por citar dos municipios. El Gobierno ha sacado adelante la autorización administrativa previa para que miles de placas solares, hasta 260.000, suplan a los árboles que en estos momentos se pueden contemplar y que están en producción.

Un planteamiento que supondrá un enorme impacto económico, paisajístico, medioambiental y social. Una ruina, según lamenta en COPE desde la plataforma Nostra Terra, Carmen Barreda. "Es una ruina total para la gente de los pueblos. Es la ruina económica, es la ruina paisajística... nos están arruinando económicamente, gente que estamos trabajando, luchando y pagando nuestros impuestos", lamenta.

Casi 3.000 alegaciones contra la macroplanta fotovoltaica que se pretende instalar en la zona de Les Useres han presentado ante el Gobierno particulares y el ayuntamiento. También se han conseguido reunir más de 3.100 firmas que reclaman la paralización de este proyecto. Los vecinos afectados por ambos proyectos no se resignan y confían en que su lucha pueda obtener un resultado positivo para sus intereses.

"Estamos con fuerza y ánimo para luchar hasta el último momento. Lucharemos por esos 60.000 árboles que pretenden cortar en les Coves de Vinromà, una parte muy importante de la agricultura ecológica con oliveras, almendros y algarrobos que tienen hasta 500 años. Y por supuesto por las personas y por el pueblo, lucharemos hasta el último momento".

Otro ejemplo es el del bodeguero Vicent Flors, de Flors de Les Useres, quien ha presentado él mismo cinco alegaciones porque alerta, según explica en COPE, el proyecto supondría la desaparición de gran parte de sus viñedos y, por tanto, de su bodega. "Es un desastre", afirma y recuerda que "también desaparecen puestos de trabajo y para la economía de la zona es un gran desastre".

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