Homenaje

Pasqualet de Vila-real: adiós al maestro de la dolçaina

El mundo de la música tradicional valenciana pierde a uno de los grandes referentes de la dolçaina.

Alberto Marco

Castellón - Publicado el

2 min lectura

Este pasado miércoles fallecía Pascual Juan Rochera a los 83 años de edad. Un nombre que puede pasar desapercibido a primera vista, pero que esconde a un artista que consiguió llevar un instrumento tan típico de nuestra tierra como es la dolçaina hasta límites insospechados.

“Pasqualet de Vila-real” (o “Grenya”, como también era conocido en la localidad) logró llevar la tradición musical autonómica en el camino curiosamente contrario a la normalidad. Así, mientras muchos instrumentos y estilos luchan por salir de la elegancia de teatros y auditorios para abrirse a la gente en la calle, Pascual logró llevar un instrumento básico a asentarse entre el palco y las butacas.

Todo ello, gracias a una apuesta por un estilo de tocar la dolçaina que le llevó desde ser miembro honorario de la Unió Musical La Lira, un colaborador casi fijo en Xarxa Teatre (24 años con ellos así lo atestiguan) o a adentrarse en diferentes espectáculos. Incluso se atrevió a llevar aún más allá la dolçaina. Concretamente hasta Nueva Orleans, a través del espectáculo “Pasqualet Swing Band”, donde abiertamente el Millars se fusionaba con el Mississippi o se adentraba en los ritmos caribeños.

Como decíamos, “Pasqualet” consiguió llevar su música por otros continentes pero no sólo musicalmente. Sus conciertos pudieron ser disfrutados más allá de nuestras fronteras en numerosas ocasiones, y como es de esperar, en todos dejó su huella.

Tras más de 50 años de matrimonio musical (comenzó a actuar en 1957), la música se apagó este pasado miércoles. Detrás quedaban muchos homenajes y galardones, algunos en su Vila-real natal como el Premi 20 de Febrer, Poble o el de Socarrats.

La unión en la despedida fue unánime en la distancia, y debido a la crisis del coronavirus fueron muchos los que se quedaron sin poder darle el adiós que se merecían. En todo caso, la dolçaina ya se prepara para sonar fuerte una vez se reabran las calles. Porque “Pasqualet el grenya” bien se merece un gran homenaje.