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Alquerías del Niño Perdido se apoya en el pasado para evitar inundaciones
La localidad sella un convenio con la Comunidad de Regantes de Vila-real de cara a usar acequias y filas para descargar aguas pluviales
Castellón - Publicado el
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El ayuntamiento de Alquerías del Niño Perdido ha firmado un nuevo convenio, por una duración de 4 años, con la Comunidad de Regantes de Vila-real, que pese a ser de la población vecina es la encargada también del suministro del agua a los agricultores de esta localidad.
Pero el convenio, más allá del beneficio para el sector primario, busca otras oportunidades fluviales para ayudar en toda la población. Y es que el recorrido del agua puede resultar importante en otros campos. Nos lo ha explicado el alcalde de Alquerías, Antonio Gil: “Es un convenio que al pueblo le es muy beneficioso, porque podemos usar las infraestructuras hídricas del Sindicat de Regs para aliviar las aguas pluviales y de que se pueda hacer uso de ellas. Para ellos es importante para el mantenimiento y la limpieza”.
Y es que, ante todo, este convenio busca un objetivo primordial: que la localidad pueda evitar lo máximo posible las inundaciones que les provocan las grandes precipitaciones y la falta en algunos casos de una salida del agua.
Gil destaca que “el poder crear las infraestructuras hidráulicas ayudará a que no llegue a las zonas de inundación. Todo lo que se pueda parar más arriba menos daños para las zonas habituales”.
Para ello, Gil nos presenta la solución que se va a poner en marcha para esta situación, y que pasa por mirar al pasado. Y es que donde ahora hay pisos y adosados, antes había campos de regadío. Y ello supone la existencia de unas filas que servían para suministrar el agua y que ahora se van a plantear como conductor de líquido elemento hacia lugares menos peligrosos para la ciudadanía: “El núcleo urbano de Alqueries ha crecido dentro de fincas agrícolas. Siempre nos hemos encontrado con la barrera que supone la vía del tren y que hace de muro de contención del agua. Ayudarse de las filas, que anteriormente se servían, que están ahora pocos utilizados, pueden ayudar a evitar inundaciones a los vecinos”.
Ese movimiento de agua, como apunta el alcalde de la localidad, eso sí, no va a suponer “pasarle el marrón” a la población vecina de dirección al mar como es Burriana, sino lo que se trata es encauzar esta agua hacia el mar: “No se trata de desviar el agua a Burriana, sino de interceptarlas antes que afecten a la ciudadanía. Para ello, se aprovechará la Sèquia Major y se están construyendo 4 imbornales con el objetivo de encauzarla hacia el mar y evitar otros males”.
Una solución que también puede acabar beneficiando al sector citrícola de la localidad, que verá mejoradas y renovadas sus infraestructuras hídricas. Una buena noticia que se suma a una segunda: pese a las perspectivas generales, la campaña de las naranjas puede ser positiva.
El alcalde resalta que “se espera buena cosecha. El cuajado ha sido abundante y se ve mucha clementina en los campos. Toquemos madera para que no nos venga ningún desastre como el año pasado cuando nos tocó declarar zona catastrófica. Esperemos que sea un buen año para el agricultor”.