Pasajeros de los trenes afectados por la suspensión de la alta velocidad: "Denunciaremos"

Lo que tenía que ser un fin de semana de puente y de disfrutar de la ciudad de Madrid, se convirtió en una auténtica "pesadilla". Así lo describe una vecina de Burriana, que se encontraba en el tren de alta velocidad OUIGO, en dirección a la capital de España, que el pasado viernes sufrió una avería que mantuvo, durante 4 horas a los cerca de 500 pasajeros, en el interior del convoy, con desmayos, ataques de ansiedad, sin agua, comida y lo peor, sin ninguna respuesta ni actuación por parte del personal.

Ángela González, relata a COPE cómo fue su experiencia: "Estuvimos cuatro horas dentro del tren, sin ventilación y con las puertas cerradas, además sin nada que comer ni que beber" e incluso "los baños eran inhumanos. Las cisternas estaban a punto de desbordarse". Entre los pasajeros, "muchos niños y mucha gente con ansiedad que necesitaba salir".

Más de 7.000 personas se vieron afectadas por la cancelación del servicio de la línea de alta velocidad entre Madrid y Valencia-Castellón, aunque cientos de ellos se quedaron tirados en Cuenca, literalmente en medio de la nada. Horas sin comida ni bebida, ninguna alternativa y lo peor, ninguna responsabilidad.

Agradecen la comprensión y el esfuerzo de la Guardia Civil que les ayudó en su odisea, como detalla Ángela. "Sobre las 17:00 horas la Guardia Civil nos montó en cada uno de sus coches y nos llevó a la carretera donde esperamos que viniera el autobús a recogernos". Tras esperar hasta seis o siete horas, "trabajadores de Adif nos dieron una magdalena y una botella de agua. También nos dieron la opción de ir hasta Madrid en un tren que tenían preparado o que cada uno se buscara la vida para regresar a Valencia".

Renfe les ha comunicado a los pasajeros que devolverá "el 300% del importe del billete por los daños y por gesto de la compañía".

Afectados por esta incidencia, concretamente un fallo en la tensión de la catenaria, tienen previsto presentar hoy denuncias contra Renfe ante Guardia Civil y Policía Nacional y reclaman un correcto plan alternativo para evitar estar encerrados en los vagones o tirados en medio de la Mancha cuando vuelva a ocurrir.

"Mucha gente lo que haremos hoy es denunciar ante la Guardia Civil. No nos queda otra", concluye Ángela.