El Arzobispo de Valencia recuerda a las víctimas del incendio de Campanar en la Missa d'Infants

Cien años después de la primera Missa d'Infants, celebrada el 11 de mayo de 1924, la plaza de la Virgen se ha vuelto a llenar para celebrar día grande de los valencianos, la festividad de su patrona, la Mare de Déu.

Una celebración en la que el arzobispo de Valencia, Enrique Benavent, ha animado a los presentes a tener «compasión para los que sufren», y respetar la dignidad de todos los seres humanos: "Los desamparados son aquellos cuya dignidad infinita que tienen como seres humanos, independientemente de la condición de su vida, no es respetada ni cuidada", y ahí entran "las víctimas de la guerra, los inmigrantes o los afectados por la trata de personas, así como las víctimas de la violencia contra la mujer, del aborto, de la violencia digital o de las ideologías de género".

CENTENARIO

La primera celebración de este acto religioso tuvo lugar en 1924, acompañada de los cantos de voces blancas de niños procedentes de colegios valencianos. Para conocer el origen de "uno de los actos más emblemáticos" de la fiesta de la patrona de los valencianos, hay que remontarse un año antes, a 1923, cuando, con motivo de la Coronación Canónica de la imagen, se celebró una misa de Comunión para niños en la Catedral, acompañada por los cantos de voces blancas infantiles.

Así lo explica la directora del Museo Mariano de la Virgen de los Desamparados (MUMA), Mª Ángeles Gil, quien relata que "fue tal el éxito que tuvo que, a raíz de esa explosión de devoción y la multitudinaria participación, se planteó sacar esta celebración del interior de la Seo y trasladarla, con permiso del Ayuntamiento de la ciudad, a la plaza de la Virgen"