Gabriela Bravo: Antes de rebajar la edad penal de menores hay que buscar otras vías

La consellera de Justicia, Gabriela Bravo, ha considerado este martes que, antes de abordar una bajada de la edad penal de los menores, se deberían buscar otras vías, pues nunca ha sido partidaria de que cuando se produce un "problema social" se le de una "respuesta penal" .

Bravo se ha pronunciado así sobre la propuesta de la fiscal superior de la Comunitat Valenciana, Teresa Gisbert, de rebajar de 14 a 12 años la edad penal mínima en delitos sexuales cometidos por menores ante el aumento de este tipo de agresiones en 2021, siempre que las sanciones sean reeducativas y no un puro castigo.

"No soy partidaria de la intervención directa a través de la ley penal del menor, porque aunque los fines son educativos, también contempla privaciones de libertad", de hasta siete años, ha señalado Bravo, quien ha considerado "muy acertada" la reflexión de la fiscal y su matiz de que se apliquen medidas educativas, pero ha destacado que la ley del menor incluye también medidas represivas.

Ha admitido que este debate está muy presente, sobre todo cuando es un menor el autor de delitos que afectan a la vida y la integridad física o protagoniza agresiones sexuales, pues siempre alcanzan una dimensión social y un impacto mediático mayor.

Sin embargo, Bravo ha considerado que, ante un incremento en el número de agresiones sexuales y comportamientos violentos, antes de aplicar medidas penales hay que plantearse "dónde está el problema" y por qué la sociedad o la Administración no es capaz por ejemplo de mejorar el sistema de protección.

La consellera ha indicado que cuando un niño mata otra persona o agrede sexualmente a otro menor está claro que necesita una intervención, pero la ley del menor no recoge solo medidas educativas, y ha abogado por trabajar de forma más integral con los padres y con los niños para prevenir e impulsar valores como el respeto y la igualdad.

Bravo se ha preguntado por qué rebajar la edad penal a los 12 años en concreto, o si por ejemplo se querría aplicar también a un niño de 7 años que matara a su padre, y ha insistido en la necesidad de abrir una "reflexión amplia" antes de plantear esa rebaja de la edad.

En su opinión, hay que plantearse el modelo educativo, los propios valores y los riesgos a los que están sometidos los niños, muchos de los cuales están conectados permanentemente a través de las nuevas tecnologías a la violencia y a hechos delictivos, lo que les hace familiarizarse con esas situaciones y "al final afectan directamente a su personalidad".