Hallado en Gandia el cuerpo esqueletizado de una sevillana desaparecida hace un año
Todo apunta a que se trata de la sexta víctima mortal de un asesino en serie conocido como "Dinamita Montilla"
Valencia - Publicado el - Actualizado
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El hallazgo en febrero por parte de unos senderistas del cráneo de una persona ha destapado, por el ADN, que se trata de Ester Estepa Pérez, de 42 años, desaparecida en agosto pasado. Todo apunta a que se trata de la sexta víctima mortal de un asesino en serie conocido como "Dinamita Montilla".
Esta semana agentes de la Comisaría de la Policía Nacional en Gandia han peinado la zona, un cañar frondoso, donde se halló el cráneo el pasado agosto entre la N-332 y la carretera a la playa de Gandia. Ese cráneo fue remitido al Instituto de Medicina Legal de Valencia y el ADN extraído de la zona de la mandíbula confirma al cien por cien que pertenece a Esther Estepa Pérez, la mujer de 42 años cuyo rastro se pierde en Gandia tras ser atendida en el Hospital Francesc de Borja por fuertes dolores en las rodillas, supuestamente por haber andado junto a su presunto verdugo desde Xàbia hasta Gandia.
Curiosamente, cuando "Dinamita Montilla" estaba en esos días en Gandia y quien, supuestamente con el teléfono de la víctima intentó hacerse pasar por ella y decirle a su madre que se marchaba a Barcelona para, según él, coger un avión a Buenos Aires, cosa que hizo saltar todas las alarmas.
Esta semana y por orden judicial, los agentes de la Comisaría de Gandia se trasladaban al lugar del hallazgo y peinaban metros y metros de cañar hasta que han localizado el resto esqueletizado de Ester, en su mayoría huesos de las extremidades superiores e inferiores así como costillas y vértebras.
Aunque falta el resultado de la autopsia a los restos del cadáver, por la ocultación del cadáver bajo unas cañas y el hecho de simular que estaba viva, todo apunta a una muerte violenta.
Cabe recordar que "Dinamita Montilla" salió de prisión tras cumplir 28 de los 123 años a los que fue condenado por cuatro asesinatos cometidos entre 1985 y 1987, saliendo de prisión el pasado 20 de mayo tras su quinto crimen, el de un joven estudiante de ingeniería informática de 22 años.