Una heladería de Valencia sorprende a todos los ciudadanos con este sabor de helado: tiene un Récord Guinness

A pesar de la constante innovación y la aparición de nuevos y exóticos sabores en el panorama heladero, los gustos tradicionales continúan siendo los grandes protagonistas del verano de 2024. Según la Asociación Nacional de Heladeros Artesanos (ANHCEA), los clientes españoles siguen prefiriendo los sabores clásicos y arraigados en nuestra cultura, como turrón, mantecado, vainilla y chocolate.

Así lo ha confirmado Marco Miquel, presidente de la ANHCEA, quien ha destacado que se observa un creciente interés por sabores más novedosos como la galleta Lotus o el helado con sabor a gofre, pero los sabores tradicionales siguen siendo los más demandados. El inicio de la temporada ha sido "muy bueno" y se espera un incremento en las ventas de entre "el 3 y un 5 por ciento".

La permanencia de estos sabores clásicos se debe, en gran medida, a la nostalgia y al recuerdo de sabores de la infancia que evocan sensaciones positivas en los consumidores. Además, el cliente medio suele preferir alejarse de sabores complicados.

No obstante, la oferta de las heladerías españolas se ha diversificado notablemente en los últimos años, gracias a la creatividad de los maestros heladeros y a la influencia de las tendencias internacionales. Sabores típicos, frutales, helados veganos, combinaciones sofisticadas y algún que otro sabor extraño, a veces, salado, son las opciones que puedes encontrar en las cartas de las heladerías.

Esta creciente demanda de especialización ha impulsado la formación de nuevos profesionales en el sector. Según Miquel, la ANHCEA ha registrado un aumento en la participación de jóvenes en los cursos de formación que organiza la asociación, lo que demuestra el interés de las nuevas generaciones por el mundo del helado artesanal, que buscan romper con las reglas del juego clásico.

El sector heladero español se encuentra en un momento de gran dinamismo, combinando la tradición con la innovación. Los sabores clásicos siguen siendo los grandes protagonistas, pero las heladerías amplían su oferta con velocidad, no solo para adaptarse a los gustos de un público cada vez más moderno y complejo, sino también para diferenciarse en un mercado con tanta demanda.

Los sabores más únicos de Valencia

Chocolate, mantecado o limón son algunos de los clásicos, pero existe una heladería que apuesta por la innovación, un reto que se traduce en ampliar la gama de sabores de siempre a los más rompedores. Esta carta incluye sabores como gin-tonic, gazpacho andaluz o tortilla de patata. En 2006 consiguieron un Récord Guinness por exponer 365 sabores en sus vitrinas.

Es la Heladería Llinares la heladería que, a base de esfuerzo y originalidad, han conseguido crear un imperio con helados para todos los gustos. Tan grande que, en 2016, el quipo patrocinado por Llinares obtuvo el segundo puesto del Campeonato del Mundo del Helado.

La gama de helados salados con la que cuenta la heladería no es nada sencilla de conseguir. El proceso lleva detrás una gran faena y un tiempo largo de investigación y prueba para conseguir el sabor exacto. Tortilla de patata, salmón ahumado o cazalla son algunos de los sabores que traspasan las vitrinas para colarse en las cocinas.

En Jijona, en 1930, el patriarca Sebastián Llinares Seva, con sus dos hijos Sebastián y José, plantó la semilla de lo que ahora es Heladerías Llinares. Generación tras generación, esta empresa familiar ha pasado de vender helados y refrescos localmente a establecer una red de establecimientos que lleva más de 80 años endulzando el centro de Valencia y parte de la provincia.