POLÍTICA

Mazón reivindica agua, financiación y más diálogo en su primer discurso de Fin de Año

Ha tenido un recuerdo especial con las mujeres víctimas de violencia y ha trasladado también su agradecimiento a las fuerzas de seguridad y emergencias en estos dias señalados

Redacción COPE Valencia

Valencia - Publicado el - Actualizado

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El president de la Generalitat, Carlos Mazón, ha trasladado este viernes su empeño personal de convertir a la Comunitat Valenciana en un "espacio de serenidad" y ha manifestado que "es hora" de comprometerse con el encuentro "y no con el conflicto" porque, según ha dicho, "juntos somos mejores".

En su primer discurso de fin de año como president, pronunciado en el castillo de Santa Bárbara de Alicante, Mazón ha subrayado que la actual coyuntura exige "serenidad y dedicación", y situarse y permanecer "junto a la generosidad" y no al lado de la perspectiva "unilateral y egoísta".

Ha ratificado su apuesta para que los próximos años en la Comunitat no sean "años de rencillas, sino de trabajo fructífero y eficaz", porque así lo "esperan y exigen" los regantes, el tejido empresarial, los ciudadanos y las empresas.

Así, ha abogado por continuar siendo la huerta de Europa, por acoger nuevos proyectos empresariales y tener buenas conexiones como el Corredor Mediterráneo o la ampliación del Puerto de València, y por una Administración "sencilla, fácil y eficaz".

Asimismo, ha subrayado el compromiso del Consell para demandar "con rigor, con perspectiva de Estado y sin privilegios, todo aquello que nos pueda ser negado", y ha reclamado soluciones al déficit hídrico y la infrafinanciación "desde el rigor que las sustentan" para evitar que pueda haber ciudadanos de primera o de segunda.

DISCURSO ÍNTEGRO

Amigas y amigos,

Valencianes i valencians

Quedan pocos días para despedir el año. Un momento cargado de significado. Despedimos 2023. Lo haremos este domingo, será un momento especial en el que recuerdos y esperanzas se mezclen en una celebración única.

Un momento que, en mi caso particular, incluye el significado especial de coincidir con la primera vez que, en estas fiestas, tengo la oportunidad de dirigirme a valencianos, castellonenses y alicantinos como President de la Generalitat.

No estamos ante una jornada más en el calendario, por eso creo que estas palabras han de ir más allá de lo que dicta el debate político.

Creo que sería injusto aprovechar este espacio en beneficio propio, y mucho más cuando estamos con la preparación de una celebración que juntará en una misma mesa, en sus casas, a gente de pensamiento muy diverso. Valencianas y valencianos que, en tot el trellat, aparcan por un momento sus diferencias, y comparten lo que saben que vale la pena compartir: compañía, sentimientos, esperanzas.

En esa Mesa espero que no falten nuestros productos, puede que alguna receta con las alcachofas de Almoradí o Benicarló, para los langostinos, los de Vinaròs y Guardamar; para brindar, un buen cava de Requena; para el turrón, el de Xixona y para la uva, la embolsada del Vinalopó

Esto, y mucho más, es lo que somos, y esto no es política. Por eso, no voy a hablar de política.

Sólo quiero hablaros de lo que compartimos. Reivindicarlo. Y hacerlo con la misma normalidad con la que familias diversas se reúnen, compartiendo distintas maneras de ver la vida y de vivirla, de recordar un año en el que todos tuvimos momentos buenos, momentos menos buenos y momentos que exigieron lo mejor de nosotros para superarlos.

Cada cual se deseará lo mejor, y cada uno lo hará a su manera. Diremos “feliz año nuevo”, “feliç any nou”, o “happy new year”…Con igual intensidad, con la misma esperanza.

Todos esos acentos forman parte del recorrido de nuestra Comunitat, donde quiera que se expresen, en cualquier pueblo o ciudad, en Valencia o en Benidorm, en Castellón o en Benicàssim, en Alcoi o en Ademuz.

Yo he querido hacerlo aquí, en el castillo de Santa Bárbara. He querido hacerlo en Alicante, mi ciudad, y junto al mar. Ese mar que nos da perspectiva, que es despensa de nuestra gastronomía, el litoral que atrae a tantos visitantes. El camino y la ruta de nuestras mercancías.

Ha sido un año de cambios. Profundos cambios. Pero no hay cambio en la Comunitat Valenciana que no haya sido alentado por la sensatez de sus ciudadanos, por la búsqueda del equilibrio.

Y ese mandato reclama ahora rigor y seriedad en su cumplimiento. Rigor para que las medidas que salgan de la administración beneficien a los colectivos más vulnerables.

Seriedad para que las promesas se cumplan en un entorno de libertad que permita desplegar la energía y el talento de los valencianos sin cortapisas, porque necesitamos todo el talento y toda la energía para transformarla en empleo y bienestar para todos.

Siempre lo he pensado y estos meses en la presidencia de la Generalitat han fortalecido esa convicción: los valencianos lo podemos hacer.

Lo podemos hacer.

Tenemos el talento y la determinación necesaria para hacerlo, y todo aquello que nos pueda ser negado, lo reivindicaremos como siempre hemos hecho, con rigor, con perspectiva de Estado, sin privilegios.

Cada día de estos más de cinco meses he recibido vuestro mensaje de ánimo y aliento.

Cada día de estos meses me habéis trasladado la necesidad de estabilidad, de certezas, de palabras auténticas.

Cada visita que he realizado en este tiempo, a Catral, a Xàtiva, a Almassora, a Utiel o Requena, me ha permitido compartir vuestro entusiasmo, vuestro optimismo, las ganas de progresar que tiene la sociedad, las ganas en las empresas por atraer el talento, la confianza de muchas empresas por instalarse aquí entre nosotros.

He podido comprobar, una vez más, que la Comunitat Valenciana es una tierra magnífica, excepcional.

Llena de energía, como la que transmiten los regantes, como las de todas esas noches en Orihuela, en Alicante, en Valencia o Castellón en las que empresas innovadoras han recibido su premio, en las que empresas centenarias han tenido su recompensa: Empresas, pymes, autónomos y trabajadores cuya labor diaria se compromete con la igualdad, con el territorio, con el progreso de todos.

Porque juntos conformamos esta tierra magnífica y excepcional. Una tierra que rebosa generosidad, y donde siempre hay espacio para las iniciativas solidarias de ASINDOWN, para las del Banco de Alimentos, para los emprendedores, investigadores que dedican sus horas a encontrar soluciones y remedios a los problemas y necesidades de los demás.

Generosos y comprometidos con la igualdad. Con la de cada valenciano y con la del resto de territorios. Porque quiere crecer junto a ellos, porque eso es contribuir al desarrollo del conjunto de España.

La coyuntura lo exige, nos lo exige a todos: exige serenidad y dedicación.

Es la hora de comprometernos con el encuentro y no con el conflicto.

Es la hora de situarnos y permanecer junto a la generosidad, no de la perspectiva unilateral, egoísta.

Tengo la seguridad de que, aunque lo intenten, no lograrán desviarnos de ese propósito a los valencianos. Porque queremos soluciones al déficit hídrico, a la infrafinanciación, y así las exigiremos, desde el rigor que las sustentan, y no tienen otro objetivo que evitar que pueda haber ciudadanos de primera o de segunda.

No es tan difícil.

La Comunitat Valenciana tiene que ser un espacio de serenidad. Es mi empeño personal.

Un espacio libre de violencia. Por eso, quiero recordar a todas esas mujeres que no podrán estar con nosotros, víctimas de la violencia que se ejerce contra ellas. Nos duele, y queremos que el año próximo esa lacra desaparezca de nuestras vidas.

Estamos comprometidos con ello.

También quiero trasladar mi agradecimiento a todos los profesionales, policías, personal del transporte y limpieza, bomberos, sanitarios, personal de emergencias, que estarán ahí para que todas las fiestas se desarrollen en paz.

Por eso insistiré cuantas veces sea necesario para que en la Comunitat Valenciana estos años no sean años de rencillas, sino de trabajo fructífero y eficaz:

-Es lo que esperan y exigen nuestros regantes para que continuemos siendo la huerta de Europa.

-Es lo que esperan y exigen las empresas para implantar sus proyectos, tener buenas conexiones como las del Corredor Mediterráneo o la ampliación del Puerto de Valencia, el resto de nuestras infraestructuras, y un entorno de estabilidad energética.

-Es lo que quieren y necesitan ciudadanos y empresas para que la Administración sea sencilla, fácil y eficaz.

Lo podemos conseguir. Lo vamos a conseguir, estoy seguro. Y cuando todo pase, habremos avanzado lo que otros no han podido avanzar.

Cuando acabe tanto desacierto, nosotros ya estaremos instalados en la sensatez.

Cuando los extremos pierdan su tiempo y su espacio, la Comunitat Valenciana será ejemplo de equilibrio.

Cuando ya no tenga audiencia la desunión, nosotros podremos ser ejemplo de entendimiento.

Cuando toque volver a tender puentes, en la Comunitat Valenciana estarán intactos.

No me gustaría concluir sin desear que los Reyes Magos reciban muchas cartas que no olviden nuestros productos, nuestra magnífica artesanía, nuestro calzado, nuestros juguetes; todo aquello que proporciona ilusión y trabajo bien hecho, o libros de editoriales de la Comunitat Valenciana, para que tampoco ellos olviden que aquí, todos creamos juntos y en libertad.

A todos aquellos que han decidido pasar estos días con nosotros, les decimos que son bienvenidos, les decimos “welcome”, porque también son parte de nuestro futuro, y queremos que vuelvan y se unan a este proyecto compartido.

Unidos, porque lo que nos enseña la sociedad en tantas familias reunidas en torno a una mesa, es que juntos somos mejores.

Os deseo lo mejor: es el mejor prólogo que podemos escribir para el nuevo año.