Meriton ha movido casi mil millones de euros en jugadores en el Valencia CF

Entre la previsión y la realidad suele haber un hueco grande, aunque en este caso es de dimensiones siderales. La firma de la venta de la mayoría accionarial que ostentaba la Fundación y que, a su vez, estaba impagando a Bankia se celebró en las calles como si de la llegada de Mister Marshall se tratara. La presión que se ejerció sobre el banco pocas veces se ha visto por estos lares, con Amadeo Salvo (presidente del club entonces) y Aurelio Martínez (máximo representante de la Fundación) como grandes estandartes.

No venderle a Peter Lim en octubre de 2014 podía haber sido considerado como una herejía, como un insulto a la mayoría. Y así las cosas, tal día como hoy de hace ocho años se suscribió un ventajoso acuerdo para Meriton Holding, por el que se hizo con el 70 por ciento del capital social che. Nuevo dueño, alfombra roja y vítores desde el balcón. La salvación estaba asegurada.

Echar la vista atrás y analizar lo ocurrido en este tiempo adquiere tintes melancólicos. Han pasado 10 entrenadores y, entre ellos, Voro en diferentes etapas, el equipo ha acabado en puestos que dan acceso a competiciones europeas en sólo tres temporadas (cuarto clasificado en 2015, 2018 y 2019), ha ganado un único título (la Copa del Rey de 2019) y los movimientos de entrada y salida de futbolistas han sido constantes durante estos años.

Tanto es así, que el montante global de las operaciones en las que el Valencia CF se ha visto inmerso desde que Meriton es el que toma las decisiones en el club se acerca a los mil millones de euros, teniendo en cuenta exclusicamente los fichajes y los traspasos más ostentosos. Se han comprado futbolistas por más de 500 kilos y se han vendido por más de 480. Entre los movimientos más ruinosos están: Enzo Pérez (llegó por 25 y se fue por 2,5), Aymen Abdennour (fichado por 22 y se marchó libre), Álvaro Negredo (de 28 a 2,5), Jasper Cillessen (de 35 a 1) o Maxi Gómez (de 14,5 a 3).

También ha habido movimientos provechosos en lo económico como los de Nicolás Otamendi (llegó por 12 y se fue por 44,5), Skodhran Mustafi (de 8 a 41), André Gomes (de 20 a 37), Joao Cancelo (de 15 a 40,4) o Neto (de 7 a 26).

En estos ocho años, no se ha movido un ladrillo del Nou Mestalla, ni se ha vendido el actual campo, ha habido problemas para pagar las nóminas de los jugadores en verano de 2020, la deuda supera los 400 millones de euros y la causa de disolución sobrevuela por la avenida de Suecia desde hace meses. "La mayor transacción en la historia del fútbol", según dijo Amadeo Salvo en su día. Sonreír por no llorar.