VALENCIA BASKET

El Valencia Basket destituye a Álex Mumbrú y su ayudante Xavi Albert le sustituye

La bochornosa noche del jueves, la tensión con la grada y el miedo a quedar fuera de play off en ACB provocan una decisión drástica. Xavi Albert, el sustituto de la casa

El Valencia Basket destituye a Álex Mumbrú y su ayudante Xavi Albert le sustituye

Fermín Rodríguez

Valencia - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

"Enero 2024. 7 entrenadores destituidos en Euroliga, 7 en 18 equipos. La cifra, sin entrar a valorar casuísticas concretas es como mínimo en un % elevado sinónimo de falta de respeto por la figura del entrenador, de falta de paciencia y de falta de gestión entre otras razones". Esto publicó Luis Arbalejo, el director deportivo de Valencia Basket el 6 de enero. Noventa días después, Álex Mumbrú ha sido destituido como técnico taronja. Como una especie de boomerang o cosas del karma, desde entonces el equipo ha ido perdiendo tono y partidos, más de los esperados y transmitiendo malas sensaciones. Pero nunca tan malas como ante el ASVEL, con el equipo bloqueado, llegando a perder de 39 puntos en un tramo del encuentro. El técnico deja un balance de 63 victorias y 70 derrotas en citas oficiales, jugando Euroliga los dos cursos, algo que se sigue sin llevar bien. Xavi Albert (Valencia, 17/7/1987), ayudante de Mumbrú y proyecto valenciano desde l'Alqueria para Enric Carbonell, adelanta los tiempos y asume a sus 36 años la responsabilidad de forma interina.

Escuchar pitos y abucheos cuando el speaker de la Fonteta pronuncia su nombre era algo a lo que Álex Mumbrú se había acostumbrado. El público taronja condicionó mucho su relación con el técnico a la desilusión de que llegara en vez de Pedro Martínez en el verano de 2022. Algo que no era culpa ni responsabilidad suya, le pesó y de qué manera. Hay amores y falta de química a primera vista. Con Álex y buena parte de la afición ocurrió lo segundo. Y como los resultados estuvieron por debajo de las expectativas, esa toxicidad se hizo insoportable en las últimas semanas, con el equipo mimentizando el progresivo estado de descomposición del pasado curso.

El jueves por la noche, a parte de la pitada clásica de la presentación, hubo cánticos de "Mumbrú, vete ya" y también para el director deportivo, "Arbalejo, dimisión". Nada más acabar la tortura de partido, Juan Roig esperó a la entrada del túnel de vestuarios a Mumbrú, quien cabizbajo y resignado chocó la mano de su jefe. Después el mecenas se reunió en ese mismo enclave con Enric Carbonell, el director general, y Arbalejo, hasta poco antes de la medianoche. Carbonell acompañó a Roig a su coche y volvió para reunirse con Arbalejo, Víctor Luengo y Alberto Chilet, director de comunicación.

Más tarde, duchado, salió Álex Mumbrú. Aún digiriendo todo lo vivido, el derrumbe jamás vivido ni como jugador ni como entrenador. Ese bloqueo que no pudo solucionar y que se lo ha llevado por delante. Aún así el técnico, a esas horas, pensaba que dirigiría el partido del domingo contra Baskonia, asumiendo que otro tropiezo le costaría el cargo. La bala ya había sido disparada, porque la imagen del equipo fue desoladora, terrible a ojos del propietario.

Enric Carbonell siguió dándole vueltas toda la noche, barruntando todas las opciones y sus daños colaterales. Con la presentación del Proyecto FER, otra de las banderas deportivas de Juan Roig junto con el baloncesto y el maratón, en l'Alqueria del Basket, había que medir bien los tiempos. Álex Mumbrú acudió por la mañana a la Fonteta, donde algunos de los jugadores sin minutos ante ASVEL realizaban el compensatorio y ahí es cuando ya cara a cara le comunicaron lo que ya sabía. No sigue.

Xavi Albert, el tercero por la derecha, en el banquillo detrás de Mumbrú

Xavi Albert, el tercero por la derecha, en el banquillo detrás de Mumbrú

De forma inminente llega el partido contra Baskonia en ACB, una final para pelear un puesto de playoff, que se ha complicado mucho. Xavi Albert ha sido la apuesta de Enric Carbonell, como comentábamos, le llega antes de lo que el director general querría. Pero en los corrillos de l'Alqueria siempre se le ha visto especial. COPE ya adelantó su nombre en verano cuando se incorporó al cuerpo técnico del primer equipo. Ahora este valenciano de 36 años tendrá la complicada misión de contener daños y tratar de enderezar una nave que se juega mucho a nivel de imagen, más que en lo deportivo. De momento, habrá que ir partido a partido mientras el club encuentra alguien para empezar el proyecto 24/25.