VALENCIA BASKET

El Valencia Basket no encuentra en Atenas el punto de inflexión y cae ante Panathinaikos (90 a 73)

Los valencianos encajan la sexta derrota en siete partidos y empiezan a parecerse demasiado al equipo de la 22/23, sin defensa ni ataque. El sábado en Palencia toca reaccionar

El Valencia Basket no encuentra en Atenas el punto de inflexión y cae ante Panathinaikos (90 a 73)

Fermín Rodríguez

Valencia - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

El Valencia Basket tenía una necesidad de victoria importante después de sonreir sólo una vez en los anteriores cinco partidos y tenía que saciar ese síndrome de abstinencia en uno de los infiernos europeos, el monumental OAKA Arena, la casa del hexacampeón de la Euroliga, el potente y reforzado Panathinaikos. Pero pronto, nada más empezar el encuentro, los valencianos han mostrado su endeblez y ausencia de mentalidad.

Cuatro triples sin fallo de los griegos, con Sloukas generando a sus anchas, han roto el marcador sin resistencia. La rotación de Mumbrú sólo ha acercado en un momento a los valencianos, buscando a Touré y a Reuvers en la pintura, para pasar reducir el menos 11 a un 24 a 18. Pero los tics del equipo han reaparecido con tiros exteriores poco trabajados y el castigo definitivo del cuarto ha llegado desde el triple para un 27 a 18 heleno.

Como ocurrió en Vitoria, la transición entre cuartos, lejos de servir para recomponerse, ha supuesto un tiroteo. Tres triples consecutivos para un parcial total de 12 a 0 que ponía en a los taronja en una sonrojante situación de verse dobaldos en el luminoso (36 a 18). Sin mucho esfuerzo aparente, sin ni siquiera necesitar que se caldease su público, Panathinaikos disfrutaba el partido. Sloukas es uno de los grandes del continente y más con libertad. Los de Mumbrú han vuelto a remar un poco, con puntos de Ojeleye y Jones, arreones, pero poco más. Cuando lo necesitaban, los verdes, apretaban. Desesperado, Mumbrú ha provocado una técnica, pero ni así ha conectado a su gente al partido. 49 a 35 al descanso.

Tocaba una heroicidad en la que costaba creer viendo al equipo en las últimas noches. Los primeros minutos del segundo tiempo lo han confirmado. Blando atrás, individualista en ataque, el Valencia Basket pronto se ha vuelto a ver muy lejos de los locales. Un triple de Grant ha puesto un menos 22 que ya ni dolía. Los taronja habían salido con bandera blanca, en son paz, a OAKA y cuanto antes acabara el partido, mejor (72 a 53, minuto 30).

El último cuarto, ayudado por una zona 2-3 y una mixta, ha vuelto a tener un golpe de orgullo liderado por Pradilla y Ojeleye, para poner a un menos nueve a los valencianos (72 a 53), pero enseguida los tics. Malos ataques de exteriores, en especial Harper, muy determinante cuando el equipo está ordenado, pero caótico en el libertinaje. Además, Ataman ha reconstruido su quinteto inicial por si las moscas, con Sloukas de vuelta a pista, para que OAKA acabara disfrutando de la sexta victoria europea del curso, la cuarta consecutiva. Para los valencianos, un momento para la reflexión y para las urgencias. El sábado hay una envenenada visita al colista de la ACB, el Palencia.