DANA VALENCIA

Juan Sánchez: "La ilusión de mi madre era una casa al lado del barranco. Menos mal que no la compramos"

El ex jugador del Valencia CF nos cuenta su vivencia de la tragedia que arrasó con su pueblo natal, Aldaia. 

Rafa Villarejo

Valencia - Publicado el

4 min lectura

      
      
             
      

Juan Sánchez es hijo predilecto de Aldaia. Todo el mundo conoce al Romario de Aldaia. Un vecino más, toda una vida en la localidad de L’Horta Sud y con su familia viviendo muy cerca de la zona más afectada. El ex futbolista nos cuenta en Deportes COPE Valencia, cómo vivió la fatídica tarde del 29 de octubre, una fecha marcada para siempre en la vida de los aldaienses. 

La tragedia pasó cerca

Por suerte en el plano personal no tenemos que lamentar ninguna pérdida. Pero en el plano material, mi hermano que tiene una empresa de pintura ha perdido varias furgonetas y la planta baja todo al traste. Mis padres afortunadamente viven en un tercero. El otro día le recordaba que su ilusión de siempre era vivir en una casa al lado del barranco, menos mal que no lo consiguió y no la compramos. Mis hijas trabajan en Madrid, pero en cuanto pudieron, quisieron estar aquí ayudando. Los primeros días lo pasaron fatal viendo desde la distancia todo lo ocurrido.

Un día que no se olvidará

Estaba en mi casa sobre las ocho de la tarde. No llovía, pero me asomé a la ventana y vi que había mucha gente inquieta, vecinos que estaban subiendo los coches a las isletas. Bajé corriendo y me marché a Mislata donde vive mi pareja con mucha agua ya en la carretera. Tan rápido que me dejé el móvil. Al día siguiente fui andando desde Mislata a Aldaia, lo que allí me encontré es imposible contarlo si no lo has visto. Era un terremoto, una guerra, el paisaje era indescriptible.

La gestión política

      
             
      

Fue una vergüenza el abandono de los políticos. Ha sido lamentable y han llegado tarde en darse cuenta de la realidad de la tragedia. Se podían haber salvado muchas vidas. El problema es que ha habido mucha ayuda, pero nada de coordinación.

UD Aldaia

Polideportivo Jaime Ortí de Aldaia

La solidaridad de los pueblos

Ha sido emocionante ver la entrega de la gente. Estabas recogiendo trastos y llegaba gente a ofrecer su ayuda, sus manos. Me he dado cuenta que gente de otros pueblos muy cercanos, o incluso del mismo pueblo que se ven por la calle y no se hablan, se han unido en la desgracia. Ha sido un desastre por parte de las autoridades, pero un gran ejemplo de solidaridad de la gente. Somos un gran país grande y tenemos recursos, pero no se han puesto al servicio.

      
             
      

Aldaia dos semanas después

Sigue siendo una locura ver todavía las calles de Aldaia con coches destrozados amontonados. Con tanta maquinaria en España, me llama la atención la lentitud a la hora de trabajar y avanzar. Maquinaria pesada y coordinación, eso es lo que hace falta y es sorprendente que no lo hayan hecho ya. Los pueblos son grandes, pero en España hay muchas empresas como para que todavía estemos, dos semanas después, en un paisaje con calles oscuras, sucias. No sé a qué están esperando.

La angustia de la incertidumbre

      

Mi madre baja muchas tardes a la calle y sube a casa sobre las nueve de la noche. Mi padre se queda por las tardes en casa. No tenía móvil así que fueron momentos de incertidumbre porque viven muy cerca del barranco de la Saleta. Cuando llegué a Mislata pude llamar y ya quedarme tranquilo. Allí vive mucha gente mayor y en plantas bajas, con lo que el desastre ha sido enorme. Si lo que ocurrió, ocurre por la mañana, hubiera sido una tragedia aún mayor. Es cuando los mayores están en la calle, con sus andadores, los niños en el colegio, el desastre hubiera sido mucho peor.

Un problema histórico

En Aldaia muchos partidos políticos que han gobernado llevan muchos años intentando que el tema del barranco arreglarlo y avisando que podía ocurrir. Es una vergüenza que haya tenido que ocurrir lo que mucha gente sabía que podía ocurrir y nadie ha hecho nada por arreglarlo. Y luego está el tema del dinero. Hay mucha gente que lo ha perdido todo, sus negocios, sus coches, sus casas, sus vidas. La gente duda, tiene miedo. Los políticos hablan de unas cantidades que no sé si van a poder llegar.

EFE

Las calles de Aldaia siguen necesitando ayuda

El regreso del fútbol base

Coincidí con Salva Gomar estos días y lo vi muy optimista y confiado. Hay mucho trabajo que hacer, no va a ser nada fácil. En Aldaia tenemos casi 50 equipos, 750 chavales. Los campos están impracticables.Todo el mundo tendremos que hacer un esfuerzo porque los niños y niñas no tienen ninguna culpa de esto y tienen ganas de hacer deporte y sufren porque no pueden hacer lo que más les gusta. Ojalá puedan volver a l

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