Las valencianas Vega Gimeno y Sandra Ygueravide, una plata de leyenda en el 3x3

Septiembre de 2021, París, a los pies de la icónica Torre Eiffel, tan solo unos meses después del varapalo de quedarse fuera de los Juegos de Toquio de 2020. Sandra Ygueravide y Vega Gimeno, se proclaman campeonas de Europa del 3x3, esa frenética modalidad de baloncesto que ells han relanzado. Mismo escenario, casi tres años después, pese a perder la final ante Alemania 16-17, han tocado el cielo en el marco universal de unos Juegos Olímpicos. Su plata olimpica queda para la historia del deporte. Tantos años viviendo lejos de casa, tantos veranos de torneo en torneo, han merecido la pena para estas dos valencianas que ya son leyenda.

"Somos guerreras, ese es el titular que le pondría a esta medalla", comentó en el Partidazo de COPE Sandra Ygueravide, licenciada en Periodismo, y a sus casi 40 años, una de las mejores jugadores del mundo de 3x3, de hecho la mejor en 2021. Especialista en canastas sobre la bocina, esta base de Godella, que empezó su andadura profesional en el histórico Ros Casares Valencia hace dos décadas, después de jugar en Turquía, Polonia, Rusia, Hungría y hasta Ecuador, relanzó su carrera gracias al 3x3. Reforzó su autoestima, sacó lo mejor de ella y no sólo regresó a uno de los grandes de la Liga Endesa, el Uni Girona, sino que también volvió a ser llamada a una convocatoria de la absoluta hace unos meses. Sandra, la guerrera, la Curry española, por triples como el que le metió a Estados Unidos en semifinales, seguirá dando guerra.

"Me retiro del 5x5 y del 3x3 iremos viendo", anunció Vega Gimeno con Joseba Larrañaga en el Partidazo nada más recibir su medallla de plata. Antigua alumna del Colegio NS de El Pilar de Valencia, esta valenciana puso fin en mayo a su carrera como jugadora de 5x5. El destino quiso que fuera en la Fonteta, en casa, con la camiseta del equipo en el que más feliz ha sido, el Casademont Zaragoza. Aquella niña que se fue al Club Siglo XXI para cumplir un sueño, ser jugadora de baloncesto, seguro que no imaginaba que pudiera conseguir una medalla de plata en 3x3, una modalidad entonces inexistente. A sus 34 años, con unos padres, Ángel y Loles, que han hecho miles de kilómetros para seguirla a todas partes, podrá pasear por el patio del colegio como acostumbra sabiendo que es una inspiración para todas las niñas y niños que allí la idolatran.