REPORTAJE COPE
Pedro Martínez va modificando el ADN de su Valencia Basket a pesar de algunos contratiempos
Los taronja, sin un pívot dominante y con varios interiores sin carburar, lideran la ACB en rebotes totales y ofensivos. Ya lo advirtió el entrenador antes de empezar: "Podemos fallar, pero no rendirnos". Han bajado los porcentajes de tiro respecto a la 23/24, pero el equipo pierde menos balones, encaja menos puntos y muerde por una segunda opción. Falta ver la respuesta ante rivales de mayor nivel
Valencia - Publicado el
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El Valencia Basket quería mudarse al Roig Arena conectado nuevamente con su gente, algo que se había ido perdiendo de forma progresiva e imparable. La apuesta fue Pedro Martínez, que no engaña. Exigencia cansina en el día a día y baloncesto de ritmo y coral. Los jugadores ya saben lo que son las largas sesiones de entrenamiento, hasta la gente como Jaime Pradilla, Josep Puerto o Brancou Badio, currantes incansables han notado el desgaste de piernas y mental. Los que conocían de oídas al técnico hasta se han sorprendido. Es más de lo que les habían advertido. Bastante más. El tren no espera, de hecho va a toda velocidad.
En tan sólo tres jornadas de Liga ACB ya se nota la mano del técnico, en el estilo, en la intención, en el ADN. Los resultados son calcados, una derrota para abrir el campeonato (Girona en la Fonteta en la 23/24 y Manresa en el Nou Congost hace unas semanas) y dos victorias. De hecho las del curso pasado fueron hasta más meritorias, en Tenerife y Málaga. El calendario ha sido más benévolo, contra Joventut y Breogán. Por eso hay que dejar correr las semanas para sacar conclusiones más profundas, siempre con la variable importante de que el desgaste de la Euroliga no es el de la Eurocup, pero este Valencia Basket corre, rebotea, comparte el balón y tira mucho triple. Eso sí, de momento su acierto es peor y no por ser tiros mal construidos.
Un equipo que quiere correr tiene que rebotear bien. El Valencia Basket, a pesar de no tener un cinco físico, ya dijo COPE que Luis Arbalejo está peinando un mercado muy complicado a estas alturas, es el mejor equipo de la ACB en rebote total (44'7 por partido) y ofensivo (20 por partido). En la 23/24, los taronja fueron decimoprimeros en RT (34'6) y décimos en RO (10'2). El rebote parte de un deseo colectivo, de una responsabilidad individual con el equipo. Pradilla, con 6 rebotes defensivos por encuentro está en el podio liguero en este apartado.
Una buena defensa suele ayudar a estar mejor ubicado para el rechace. La defensa, aún mejorable, ha encajado menos puntos que en las tres primeras jornadas del anterior curso (212 puntos frente a 251, 39 menos, 10'3 puntos menos por jornada). No está nada mal. Además Matt Costello arrastra problemas en la rodilla, y Ethan Happ y Nate Sestina están por debajo de lo esperado. Aquí Nate Reuvers está compensando la ayuda, con un baloncesto más colectivo, el norteamericano está creciendo, con tapones y rebotes, gracias a su buena movilidad. Su aportación ha hecho subir en la clasificación de gorros: de 2'8 a 4 por jornada, de octavos a quintos.
Defender te ayuda a rebotear y a correr, si tienes la intención. Pedro Martínez la tiene. Como también lanzar de tres. Aquí el salto es brutal. En tres jornadas ligueras, los valencianos en la 23/24 habían lanzado 64 veces desde el arco. En la 24/25 ya llevan 110. Los porcentajes no son buenos, 27%, por el 37% del curso anterior, pero en Lugo el domingo pasado la victoria se fraguó desde el 6'75, con un 11 de 13 en el tercer cuarto y una cifra récord en el campeonato de 49 lanzados. Unos días antes, en Eurocup, se igualó el techo de la competición con 20 anotados. Todo sin un tirador puro en la plantilla. Tampoco lo creyó necesario el director deportivo en la confección de plantilla. Difícil que se acabe la temporada sin fichar a uno.
También se tira más de dos, que no sólo de triple vive el baloncesto de Pedro Martínez. 121 lanzamientos de dos, 17 más que un año antes. El acierto es ostensiblemente peor, de anotar el 62% se ha pasado a un 48%. La velocidad de juego aún cuesta acompañarla de puntería. Pero la pelota se comparte más y mejor, se bota mucho menos. 48 asistencias en la 23/24, por 58 en esta. Y eso que en pérdidas, donde podría verse un retroceso, se ha mejorado mucho también. Trece balones perdidos menos que en el campeonato anterior (50 por 37). Ideas más claras, menos situaciones de 1x1 que acaban en decisiones desesperadas o malas.
El proceso no es sencillo, el cambio de mentalidad es importante. Falta Chris Jones, uno de los jugadores franquicia para el club, no hay ni tirador puro ni cinco de momento, y jugadores a los que les está costando, pero Pedro Martínez es un orfebre paciente y estricto. La Fonteta, de momento, está identificada con lo que propone el entrenador que les hizo tocar el cielo en 2017 con el título ACB.