Pradilla reactiva la defensa del Valencia Basket para resurgir ante el Milán (84 a 72)

Jaime Pradilla es un campeón de Europa con la selección española, titular en esa final hace dos veranos, que sufre en el baloncesto muchas veces anárquico del Valencia Basket de Mumbrú. Desde la llegada del técnico al banquillo le ha costado tener regularidad y vivir noches como la de hoy en la Fonteta, escuchando gritos de "MVP, MVP" sin tener que anotar una gran cantidad de puntos. El maño, cuando el equipo estaba once abajo 34 a 45 al principio del tercer cuarto, ha salido del banquillo como un torbellino. Ha robado 4 balones, ha atrapado 4 rebotes, ha limpiado un balón que se colaba en la canasta valenciana y ha guiado un parcial de 13 a 0. Después, en el último cuarto, se ha coronado con un triple desde la esquina para delirio de una afición que siempre se identifica con los jugadores honrados, de equipo, que se lo dejan todo.

La undécima victoria europea era casi hasta una necesidad después de una semana cargada de polémicas por las manifestaciones de Luis Arbalejo poniendo en duda el apoyo de la afición taronja a su equipo. "Algunos jugadores nuevos no entienden que se les pite o se aplaudan canastas de los rivales", había comentado el director deportivo. Hoy ha habado muchos momentos de dudas del equipo, pero los aficionados han empujado a pesar de los errores habituales: mala selección de tiro y pérdidas que acaban afectando al nivel defensivo. Con Napier y Hall castigando en ataque, los italianos se han ido 32 a 40 al descanso.

Napier ha puesto con un triple el primer más once para los transalpinos en el primer tiro del tercer cuarto. Chris Jones se ha cargado el equipo a la espalda, con 9 puntos y la sensación de hacer jugar un poco más a sus compañeros, entre ellos Davies y Ojeleye. Ellos se han aprovechado de la irrupción de Pradilla. Como si fuera hiperactivo, el ala pivot se ha multiplicado, robando balones, cogiendo rebotes e incluso dando una asistencia para un mate de Semi que ha puesto la Fonteta patas arriba. Reuvers con un triple ha rematado un parcial de 13 a 0, para pasar de un 46 a 56 al 59 a 56. El acto se ha cerrado 61 a 59 con la gente enloquecida.

El último cuarto ha transcurrido en la igualdad absoluta pero con un Valencia Basket con mejor inercia, con más energía y con la grada implicada, que es mucho. Por eso, cuando Hall ha colocado un peligroso 68 a 70 a poco más de cinco minutos, no ha cundido el pánico. Ojeleye, con dos buenas canastas, y Davies, con cuatro tiros libres, han empezado a resquebrajar la moral italiana. Un triple de Pradilla desde la esquina del banquillo de Messina ha sido el remate y un efecto llamada, porque Robertson, discreto hasta entonces, ha aparecido con cinco puntos para abrazar un final apoteósico.