La primera final llega en noviembre

Lejos de las hipérboles tan habituales en el periodismo deportivo a la hora de catalogar partidos, trayectorias o goles, es completamente riguroso afirmar que lo que se pone en juego en Mestalla en el partido entre el Valencia CF y el Chelsea, correspondiente a la penúltima jornada de la fase de grupos de la Champions League, es algo más que simplemente tres puntos. Mucho más.

La hipotética victoria de los ches les dejaría en los octavos de final sin necesidad de depender de su choque frente al Ajax en Amsterdam, salvo para confirmar la identidad del líder del grupo. El pase a las eliminatorias conlleva un premio de 9,5 millones de euros que añadidos a los 2,7 con los que premia la UEFA los triunfos en la primera ronda, dan un total de 12,2 kilos que son los que se ponen en juego el miércoles en Valencia. Sufragar íntegramente el fichaje de Thierry Correia, por poner un ejemplo.

Si el Valencia CF le gana al Chelsea se asegurará un ingreso de 12,2 millones de euros

Pero cuidado, cualquier otra resultado distinto al triunfo complicaría las cosas sobremanera. Empatar equivaldría a llegar a la última jornada con los mismos puntos que el Chelsea, con lo que sería necesario sacar el mismo o mejor resultado en Holanda del que los ingleses obtengan en Stamford Bridge frente al Lille, que ya está eliminado.

Y la derrota del Valencia CF el miércoles supondría la casi segura eliminación en la Champions. La única grieta que quedaría abierta de cara a la última jornada sería la de que los de Albert Celades ganaran en Amsterdam confiando que el Ajax no se hubiera impuesto al Lille este miércoles (21 horas) en Francia.