Valencia Basket tiembla ante UCAM y cierra otra temporada gris (77-84)

Tembló Valencia Basket y perdió el partido, la serie y la oportundiad de aprovechar un buen cuadro para soñar en grande. El inicio demostró que UCAM no había llegado derrotado a la Fonteta a pesar del palo de verse superado el miércoles en su pista y dejar pasar una ocasión histórica. Sito Alonso sabe manejar las emociones de los suyos y su equipo entró firme al encuentro. Dos triples, uno de Sleva y otro de Ennis, pusieron un 6-10, pero Davies estaba inspirado, enchufado, y con una canasta más tiro adicional frenó el tirón. Pero los pimentoneros, parecían haber recuperado el tino desde el arco que les faltó en el segundo partido. Dos más, para un 11-16, que los valencianos volvieron a reducir una respuesta de Ojeleye desde el 6'75. Sleva seguía inspirado, ocho puntos suyos, pero Justin Anderson le quitó el protagonismo con tres flechas desde el arco para cerrar el cuarto 27-26.

Hasta el descanso fue puro desgaste. Inglis recibió cerca del aro, donde es muy eficaz, y dañó al UCAM, pero los murcianos se mantenían cerca, con lo que la Fonteta no estaba cómoda. Los puntos de segundas opciones y en contraataque, dieciocho en total para los de Sito por siete para los de Albert, eran la vitamina visitante. Con el coach local enseñando una zona se cerró la primera mitad 44-43. Diez puntos encajados menos.

Así se confirmó en la vuelta de vestuarios, con un Valencia Basket imponiendo más su físico, reboteando y corriendo mejor, con un Davies estelar para poner a UCAM contra las cuerdas, 59-50. Pero una vez más se mantenía agarrado al partido, 63-61, con el coraje de Kurucs y un bocinazo de Morin.

El último acto iba a exigir eso, coraje y determinación. Y aquí la presión podía pesar más a los locales. Un parcial 0-7 de Radebaugh hizo sentir vértigo y Albert lo paró con tiempo muerto, 65-70, minuto 33. 66-72 con un mate de Diagne que Davies alivió con una suspensión de clase, 68-72. Pero 71-81, con un tirazo de Radebaugh vengativo. El precipicio. Otro final de temporada lleno de tristeza y sensación de