El Valencia Basket se colapsa ante el ASVEL y Mumbrú queda muy tocado (69-98)

Tenía que haber sido una bonita y mágica noche en la Fonteta y acabó siendo una de las más duras y largas que se recuerdan. De ganar al ASVEL, el penúltimo clasificado de la Euroliga, con solo siete victorias hasta el jueves, y acudir a la última jornada de la competición con opciones de play in, a encajar una de las derrotas más dolorosas que se recuerdan (69-98), estar ya casi eliminado y dejar a Álex Mumbrú muy cuestionado.

De hecho, nada más acabar el encuentro, el propietario, Juan Roig, el diector general, Enric Carbonell, y Luis Arbalejo, el director deportivo, estuvieron hasta casi medianoche reunidos analizando la preocupante imagen ofrecida y la delicada situación deportiva del equipo, con ese partido de alto riesgo deportivo e institucional del domingo contra Baskonia en la Liga ACB, donde ya preocupa la clasificación para el play off.

Posteriormente, Arbalejo y Carbonell volvieron a reunirse ya en las oficinas del club para seguir meditando las medidas a tomar. Fuentes del club aseguraron al club que no se iban a tomar medidas esa noche. De hecho, Álex Mumbrú, que abandonó el pabellón sobre la una de la madrugada se fue a su casa pensando que el domingo ante Baskonia dirigiría él partido. Su futuro está más cuestionado que nunca. La derrota y la imagen, los sílbidos cuando se le nombra en la presentación, los cánticos de la Fonteta pidiendo que se marche, la sensación de descomposición progresiva del equipo tienen al entrenador catalán en una situación límite.

Del partido ante el ASVEL poco se puede contar. Superioridad desde el minuto uno de los franceses, que se puesieron de salida en zona 2-3 para hacer dudar, pensar, a los valencianos y lo consiguieron. Fue la semilla de lo que floreció en el tercer cuarto, un colapso total del equipo. Pero ya de salida, al Valencia Basket le faltó tensión defensiva. El gigantesco Fall, alimentado una y otra vez por un inspiradísimo De Colo, se hizo el amo del partido. Con 17-27 a 33 segundos de finalizar el primer cuarto volvió Jared Harper después de 6 partidos sin minutos. Una canasta suya cerró acto 19-27. Un marcador alto y poco saludable.

Harper lideró la reacción, ese 10-0 de parcial que hizo pensar que el equipo volvía y se conectaba. Para nada. De Colo tenía uno de esos días suyos en los que todo fluye. Vuelta a las andadas, vuelta a la pendiente, esta vez más pronunciada (38-52).

Lo peor estaba por llegar. Una vuelta de vestuarios calamitosa. Con el equipo chiquito, encogido, ASVEL empezó a abusar y los taronja simplemente se bloquearon. La ansiedad, los nervios, la impotencia... lo que fuera, pero la primera canasta se celebró como un gol, fue a falta de 4:10, López-Arostegui, el goelador. Pero eso no redujo daños. Un triple de Edwin Jackson fue el precipicio. 40-79, minuto 28. Un pelín menos salvaje para cerrar uno de los cuartos más infames de la historia del club 45-79.7-27 de parcial.

Fueron momentos de frustración, de miedo escénico, de jugadores superados, con la grada pidiendo la dimisión de Luis Arbalejo y la destitución de Mumbrú. El play in de la Euroliga se esfuma y llega el domingo Baskonia.