VALENCIA BASKET

El Valencia Basket se desquicia ante un Olympiacos que vive feliz en la Fonteta (65-78)

Los taronja pierden el partido y el average en otra noche gris en ataque. Mumbrú es expulsado al final del tercer cuarto y López-Arostegui, para colmo, se lesiona el tobillo

El Valencia Basket se desquicia ante un Olympiacos que vive feliz en la Fonteta (65-78)

Fermín Rodríguez

Valencia - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

El Valencia Basket ha vuelto a demostrar su falta de fluidez ofensiva y su tendencia a colapsarse en ataque. Llegaba la mejor defensa de la Euroliga y los valencianos estaban obligados a leer y fabricar buenas situaciones de ataque para picar en esa roca llamada Olympiacos, vigente subcampeón del continente. Pero ya sabemos que, por mucho que le moleste a Mumbrú, una de las principales carencias de los taronja es su ataque. Aquí no se trata de fichar bases. Porque a pesar de la llegada de Pangos, por cierto, presencia testimonial la suya hoy (poco más de seis minutos), el equipo sigue atacando a impulsos, con pocos pases y muchas acciones de uno contra uno.

El partido ha arrancado con un triple de Reuvers (no ha anotado más un jugador que parece desubicado), un mensaje al gigantesco Fall para invitarle a salir de la cueva. Pero los griegos son de los mejores equipos desde el arco y lo han demostrado, aunque sólo en los primeros diez minutos. Respuesta de Peters. Pero hoy además de triples, los helenos han sumado muchas acciones de tres, canastas con falta. Inglis, sin Davies, ha asumido la responsabilidad en la pintura con cinco puntos en el inicio. Era cosa de no mostrar miedo, como ha hecho Ojeleye como cuatro para cerrar cuarto 19-21.

Fall, a pesar de haberse perdido los últimos cuatro partidos por lesión, ha dado mucho trabajo

Fall, a pesar de haberse perdido los últimos cuatro partidos por lesión, ha dado mucho trabajo

Con Walkup y Williams-Goss moviendo la fruta, Olympiacos ha construido un inquietante más once (23-34, minuto ). Aquí ha emergido Ojeleye con una energía atómica. Rebotes, choques, puntos (9 al descanso)… algo que también ha aportado López-Arostegui (7 puntos en sus seis minutos de rotación), siempre valioso cuando toca remar. El parcial de 0-12 de los griegos se ha esfumado para cerrar mitad 39-40.

Pero ya sabemos que los partidos de los valencianos suelen tener muchos altibajos. Una de las cosas buenas de la primera parte ha sido el reparto del balón. 11 asistencias cuando su media por partido es de 16. Eso se ha quedado en los vestuarios. Jones se ha obcecado y el equipo se ha parado, algo que el subcampeón de Europa ha aprovechado para acelerar de la mano de Canaan con un 2-11 (41-51) que ha parado Mumbrú. Pero claro, otra vez a pedalear cuesta arriba. Ha intentado buscar la chispa pero Olympiacos buscando a Fall aún ha aumentado la renta y el desasosiego (44-59, minuto 29).

Ojeleye ha sido de los mejores de Valencia Basket ante el Olympiacos

Ojeleye ha sido de los mejores de Valencia Basket ante el Olympiacos

Cuando se apagaba la esperanza, Ojeleye ha provocado una ilusión. Una pelota perdida por él y recuperada de nuevo ha acabado en contraataque de Harper. El escolta ha repetido pero los árbitros han anulado la canasta por falta en ataque aunque habían dado un dos más uno. La Fonteta ha entrado en juego. Y en esa subida de decibelios, Mumbrú ha sido descalificado a 11’8 segundos del final del tercer cuarto con 48-59. Con la técnica 48-60. Camino de vestuarios, ha recibido su primera gran ovación como entrenador taronja.

Álex Mumbrú discute con uno de los árbitros durante el duelo ante Olympiacos

Álex Mumbrú discute con uno de los árbitros durante el duelo ante Olympiacos

Joan Maroto se ha quedado a los mandos para el último cuarto, pero aunque el equipo lo ha intentado, no le daba. Olympiacos es un ejército de grandes jugadores, disciplinados, que juegan de manera coral. Un buen ejemplo de soldado es Thomas Walkup, un base escolta sin un gran talento, pero sólido en el tiro, con mucho liderazgo y enorme seriedad en su juego. Ni siquiera los chisposos Canaan o McKissic son anárquicos o individualistas. Tienen talento, pero saben lo que se hacen. Se equivocan poco. Esa es la diferencia. Valencia Basket tiene físico y talento. Pero no rigor y constancia en la disciplina. Como las decepciones no suelen llegar solas, en el tramo final, Xabi López-Arostegui, uno de los mejores hoy, se ha torcido el tobillo izquierdo.

Los valencianos han desaprovechado una bala importante. Ganar valía doble, después de imponerse en Grecia de siete. Además, ha ganado Baskonia. Ahora quedan ocho partidos, cinco fuera de casa (Virtus Bolonia, Fenerbahce, Mónaco, Maccabi y Partizan) y tres en la Fonteta (Barça, Bayern y ASVEL). Con la Copa del Rey la semana próxima.Y el domingo visita a Bilbao, donde Mumbrú se siente como en casa.