El Valencia Basket revienta a Breogan con una lluvia de triples (75-87)

Pedro Martínez no negocia ni su estilo ni sus reglas de juego. Defender, correr, compartir el balón, lanzar y rebotear. Se dice fácil, pero hay que saber enseñarlo y que te sigan. En Lugo, con un acierto exterior que no siempre será así de extraordinario, la velocidad para generar tiros hace de este Valencia Basket en construcción un equipo divertido. Habrá que ver las carencias del escolta tirador o del pívot físico como se camuflan ante oponentes más poderosos, pero la intención y la solidaridad están. Destacar que Jovic, en Serbia por un problema familiar, voló a Galicia y regaló buenos minutos en el decisivo tercer cuarto. La cruz, Filipovic, tercer partido seguido en blanco.

Empezó Valencia Basket conectado, advertido de lo vivido en Manresa y Cluj. Eso ya le hizo tomar la iniciativa hasta ponerse 10-18 con minuto de Mrsic tras dos canastas seguidas de Badio.

Un 6-0 de parcial hizo rugir al Pazo, pero Puerto rompió la dinámica tras una buena pizarra en saque de fondo. López-Arostegui, con un triple, dejó todo más menos igual, 16-23 en el minuto 10.

Después de algunas imprecisiones de ambos equipos a toda velocidad, Ojeleye y Costello fulminaron desde el 6’75 para un 20-29. Pero los gallegos también juegan en quinta marcha y, en dos transiciones y un buen ataque posicional, se volvían a poner a estela, 26-29. Pestañeaba alguien y se perdía acciones. Los gallegos estaban más duros atrás y hambrientos en el rebote ofensivo. El Pazo más metido. Todo más igualado. 28-29, minuto 26.

La entrada de De Larrea, con sus primeros minutos ACB del curso después volver el miércoles de su lesión, no sentó bien. Ya la la zona 2-3 de Breogan había costado descodificarla y varias pérdidas voltearon el partido. Quíntela dio la primera ventaja local en muchos minutos, 30-29, pero cambió el indicador de energía estaba muy favorable a los gallegos. Mucho más de lo que decía el luminoso. En pintura, 28-14 en una primera parte que cerró Hilliard 41-36, con

Pedro Martínez enfilando cabizbajo el camino a los vestuarios.

Látigo y respuesta. Tres triples seguidos de Jean Montero para un 0-9 de salida. Minuto de Mrsic con un se 41-45. Pues aún metió otro más el dominicano. 41-48 con la mano tirándole fuego. Fue el inicio de la tormenta. Porque esos puntos dieron confianza y llovieron triples de Costello, Sestina y XLA para dinamitar el encuentro, 45-60, minuto 34, con 8 de 10 desde el arco. Jovic metió un noveno, para el +16. Meritorios minutos del serbio que llegó desde su país directo al partido por un problema personal. Y aún dos bombas más de Montero, su quinto y sexto, una locura, para cerrar cuarto 56-73. Vaya tormenta de otoño (11 de 13 en estos diez minutos).

El último empezó igual, Semi de tres. Para frotarse los ojos. Dieciocho, a dos de los metidos en Eurocup el miércoles (20), récord continental taronja, y a cuatro de su techo ACB. Lo primero, ganar. Luego, las estadísticas. Una bonita asistencia después de rebote ofensivo de Montero para Costello puso un +20, 58-78, con siete minutos para el final.

Pese a los intentos locales por acercarse, Valencia Basket tenía todo más menos controlado. Montero, con su séptimo regalo, habilitó a Pradilla para mantener las distancias, 73-86, a dos minutos. El flujo de triples se frenó el 19, pero el triunfo viajó a Valencia.