Valencia Basket tarda tres cuartos en agrietar el dique de contención de un físico Bàsquet Girona (98-78)

El Valencia Basket se está acostumbrando a sufrir, aunque una victoria por veinte puntos (98-78) pueda aparentar lo contrario. Bàsquet Girona lo puso complicado. Tres cuartos. Y poco anunciaba algo así en la previa. Era un cruce de trayectorias opuestas. Los valencianos, una derrota en los últimos quince partidos. Los catalanes, dos triunfos en nueve jornadas de liga. Eso sí, Katsikaris recuperó a los lesionados Juani Marcos y Sergi Martínez la anterior jornada. Y para la Fonteta, al sancionado Juan Fernández. De salida, se notó lo evidente. 

Los taronja van en piloto automático. 8-0 de parcial y cambios del griego, aplaudido en su presentación. Estuvo entre 2006 y 2008 en el banquillo. Casi cinco minutos tardó en anotar, vía Susinskas. Pero en menos de cinco segundos ya había encajado canasta y tiro adicional de Brimah. Velocidad de crucero. 11-2. Con más físico, endureció su defensa Girona y firmó un 0-7 para estrechar la cosa, 11-9. El cuarto fue tirón, respuesta. Acción, reacción. Algunos balances defensivos castigados por Juan Fernández, ala pívot listo, y por Durham, con dos acciones de canasta y falta cerraron el acto 21-22.

La primera canasta del segundo fue algo que será habitual con el tiempo. De Larrea en la pintura. Aprovechando su físico ante bases más bajitos que él. Se compensó ese 8-14 en la zona de los primeros diez minutos. La segunda, caramelo de Montero a Costello. Pero Girona estaba mentalizado en rebotear y dificultar el ritmo local. Con un acierto bajo, los locales no aceleraban el partido. 32-37, minuto 16, con triplazo de Marcos antes de que se iluminara el tablero. Así ha acabado el cuarto, con el tablero con luz y la bocina sonando después de que Costello ejecutara la pizarra de Pedro con solo 0’8 segundos de tiempo. 44-45, descanso. Con 6 de 20 en triples y el rebote equilibrado.

De vestuarios, volvió Jovic, lesionado con Serbia en la ventana FIBA y baja en los partidos anteriores. Quería físico para frenar a los exteriores de Girona, Iroegbu y Durham. Pero estaba espeso el partido. Faltas tácticas para que no corriera Valencia Basket, aunque se habían metido dos triples, Costello y Ojeleye, y dos contraataques, bandeja de Montero y matazo de Semi. Suficiente para que Katsikaris frenase el juego a pesar del angosto 54-51. El griego se temía un clic y que los taronja cogieran carrerilla. Lo consiguió. Parcial de 0-6 y 56-57, minuto 27. Porfiando por cada rebote, impedían que los locales impusieran el ritmo y desestabilizaran. Minuto de Pedro y tres acciones de tres puntos. 

Dos triples, De Larrea y Jones, y un dos más uno de Sestina, celebrado con los dos americanos al banquillo. Aquí la rotación no entiende de rachas. 65-60. El único que siguió, Larry, metió una bandeja preciosa alargando su izquierda y dos tiros libres. 68-60. ¿El clic? Otra falta a Larry. 70-60. La máxima. Trece para el chico al que el miércoles, como contó COPE, casi una docena de ojeadores NBA vinieron a verle in situ. 

Ya estaba el clic y los valencianos sacaron a los catalanes del partido. Sólo hubo una tregua de la Fonteta, para aplaudir a Guillem Ferrando. El canterano entró en el tramo en el que se rompía el partido pero aún pudo regalar un pasaje para volar por las nubes a un compañero que rompió el aro. El resto fue ya un acelerón que dejó a Girona con cariacontecido. Todo el trabajo, el buen trabajo, afeado por cuatro minutos de frenesí local. Así es este Valencia Basket. O le aguantas los cuarenta minutos o te puede pintar la cara. A esperar a ver qué hace el Unicaja Málaga en su visita al Real Madrid, porque el liderato de la liga ACB está a una victoria y queda pendiente el aplazado contra Tenerife.