Arrancan las obras de remodelación de la zona de perros del jardín de la calle Rafael Lapesa Melgar

Ya han comenzado las obras de remodelación de la zona de perros situada al jardín de la calle Rafael Lapesa Melgar, en el barrio de Camí Real (distrito de Jesús), con un presupuesto de prácticamente 100.000 euros. Las obras, que tienen un plazo de ejecución de dos meses, afectan a una superficie municipal de 683,14 m². “Se trata de una actuación muy demandada por los vecinos del barrio que tienen mascotas, porque la zona actual estaba muy degradada y mal equipada” ha señalado el vicealcalde y concejal de Ecología Urbana, Sergi Campillo, quien ha afirmado que “vamos a dejar una zona equiparable a las que existe en otras zonas de la ciudad”

“Las obras van a permitir actualizar el mobiliario y poner una fuente nueva. Además se va a ampliar el espacio para socialización de perros, para que puedan correr libremente dentro de esta nueva instalación”, ha explicado Campillo, quién ha justificado la necesidad de esta intervención y recordado que “fuera de las zonas de socialización canina no se pueden llevar a los perros sin correa, y por tanto, estas zonas son fundamentales para la salud de los perros de nuestra ciudad”.

Esta actuación responde a la petición directa de los vecinos a través de los presupuestos participativos DecidimVLV y va a permitir dar respuesta a sus aspiraciones, ya que además de rehabilitar esta zona de socialización se va a alejar visualmente del entorno y se va a eliminar uno de sus accesos que se encuentra enfrentado al patio de una comunidad de viviendas.

El nuevo espacio de socialización canina va a aportar calidad al espacio de manera funcional y paisajísticamente, y proporcionar servicio y seguridad al nuevo espacio, para que todos los perros puedan moverse, jugar y estar controlados por sus dueños y, a la vez, responder a las necesidades de los vecinos y vecinas que quieran pasear por la zona sin tener molestias”, ha indicado el concejal.

Con este objetivo, se instalaran dos puertas de seguridad para los animales. Una de ellas de acceso rodado y la otra, peatonal. En cada uno de los accesos se instalaran dos carteles indicativos de las normas de uso de las zonas caninas.

El proyecto también plantea la formación de dos espacios lineales de hormigón que va de lado a lado y que recoge los elementos de mobiliario, con el fin de que esta zona sea lo más adaptada posible a movilidad reducida.

Asimismo, la intervención saneará todo el espacio existente. Se removerán las tierras, se excavaran y formalizaran de nuevo el espacio de tierra. También se instalaran cuatro farolas con detección de presencia, con una reducción de la emisión de luz cuando no haya presencia de personas y perros en el interior de la zona.

Por otra parte, a través del estudio visual realizado de la vegetación existente, se ha valorado la conservación total de la misma, y una vez se desbroce, se analizará el estado de las raíces de los diferentes arbustos. Y con el fin de aumentar la distancia visual de los vecinos y vecinas al interior de la zona de socialización canina, se proyecta una línea doble perimetral en forma de L de murta (Myrtus Communis), que cerrarán el espacio visualmente a las dos calles peatonales existentes. Se plantan cuatro ejemplares del árbol de las orquídeas (Bauhinia Variegata Cuminata) para garantizar la sombra en el interior de la zona de esparcimiento.

Además, se renovará el mobiliario existente y se instalaran cinco bancos, dos papeleras, cuatro farolas y dos postes de rollizos empotrados en el terreno para que los perros orinen.