OCEANOGRÀFIC
El bebé beluga Kylu cumple cuatro años
El “pequeño” cetáceo mide ya casi cuatro metros, pesa más de 500 kilos y colabora con los investigadores de la Fundación Oceanogràfic.

El bebé beluga Kylu cumple cuatro años
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Ahora ha de compartir protagonismo con el otro “bebé” del acuario, el pequeño delfín Kai,que nació durante el confinamiento, pero Kylu sigue siendo el favorito de todos los visitantes que siguen disfrutando de su belleza, su buen carácter y simpatía.
Kylu cumplió la semana pasada cuatro años, y lo celebró con una fiesta que le prepararon sus cuidadores. Sigue tan curioso e inteligente como siempre. Sigue siendo un bebé pero cada día se come casi 20 kilos de pescado y, aunque parezca asombroso, continúa mamando de su madre de forma espontánea y esporádica.
Su desarrollo está siendo óptimo, tanto en el orden físico como en el psíquico y de bienestar como lo prueba el hecho de un comportamiento y una inteligencia cada vez más notables y un crecimiento que le sitúa en este momento en cerca de 3.5 metros de longitud y superando los 500 kilos de peso.
Carlos Milo, responsable del área de Ártico y buen conocedor del pequeño, aprecia que “su comportamiento también ha cambiado bastante. Ahora es más curioso con todo lo que le rodea. Tiene más interacción con su padre, Kairo, tiene vocalizaciones parecidas a su padre, está en una fase en la que juega y se comunica más con él”.
“Con la madre -continua Milo- sigue con muy buena relación. Están juntos casi todo el tiempo, pero a veces le procuramos una piscina para el solo. El se separa de la madre voluntariamente y juega con nosotros. De hecho, a esa piscina le hemos llamado el “chiquiparc”, porque es como su salón de juegos. Lo llenamos de juguetes y cada vez disfruta mas de su tiempo de forma independiente”.
La imaginación de los cuidadores no tiene límites y son capaces de procurarle juguetes buscando el enriquecimiento del animal… como boyas con mangueras de bombero, “medusas”, “sombreros” que son como una boya partida que se pone en la cabeza. “Son objetos adaptados a su enriquecimiento ambiental. Cada vez que estrena un juguete va y se lo enseña al padre. A veces invita a su padre a interactuar con ellos, pero también hemos visto que Kairo busca ahora mucho a su hijo, algo que no pasaba antes”.
Un animal único para la ciencia
Paralelo a su desarrollo vital, espectacular en cuanto a salud y crecimiento, en torno a Kylu la Fundación Oceanogràfic ha desplegado diversos programas de investigación, que en principio sólo se pueden ejecutar gracias a su excepcional circunstancia. Kylu siempre facilita el trabajo de los investigadores con su colaboración, desde la diversión, de un animal inteligente y sociable como pocos.

Un grupo de investigadores, estudiantes de doctorado y veterinarios, en algunos casos procedentes de otros países, nutrido por miembros de la Fundación Oceanogràfic y también por personal la Universitat de València y la Autónoma de Barcelona, está estudiando actualmente el sistema respiratorio y cardiovascular, el bienestar, el desarrollo vocal y audición y, finalmente, aspectos madurativos de su sistema inmune. Un trabajo colaborativo y multidisciplinar en su conjunto, excepcional en la investigación marina.
Además de los avances en el conocimiento científico de este animal, el hecho de su existencia y estudio permite evidenciar las diferencias que se pueden dar en la especie asociadas a la edad, ya que actualmente el Oceanogràfic cuenta con ejemplares en un rango de tres edades como la del propio Kylu, la de su padre (un animal de más de 50 años), y su madre, que se encontraría en un rango de edad intermedio.
Igualmente, su constante observación y análisis veterinario rutinario de la sangre, parásitos, medidas de su desarrollo biológico y otros parámetros de la fisiología del animal ofrecen un caudal de datos muy valioso desde el punto de vista de la fisiología normal en etapas tempranas y sobre cómo se produce la maduración de las belugas.