Cara a cara con la Mare de Dèu

Miles de valencianos están desafiando el calor y guardan largas colas en la plaza de la Virgen para participar del tradicional Besamanos de la Mare de Déu.

Las puertas de la Basílica se han abierto a las 6.30 horas de la mañana y no se cerrarán hasta que no pase el último de devoto.

Se trata de uno de los actos más bonitos y que desatan más emoción entre los devotos, porque como explica el rector de la Basílica, Melchor Seguí, se trata de un formato en que aunque sea solo unos segundos están "cara a cara a sola con la Geperudeta, ... y eso hay que vivirlo".

Las colas son importantes durante todo el día y llenan toda la plaza de la Virgen donde se han colocado vallas para hacer un zig-zag y que todos los devotos quepan de forma organizada y ordenada. Bajo un sol de justicia se aguanta estoicamente. Se espera llegar a los 24º en las horas centrales del día, que no es que sean muchos grados, pero al sol se llevan regular.

La que se ha ahorrado horas de sol ha sido la primera persona que ha esperado cola: Marisa Rosa Alfaro. Desde las tres de la tarde de ayer ya se puso en la puerta de bronce de la Basílica para pasar la noche. Es ya una clásica porque son 7 años consecutivos los que lidera la cola.

La imagen procesional de la Virgen está colocada en el altar mayor para poder recibir, uno a uno, a todos los fieles que la besan, que le dan las gracias o que le trasladan peticiones.

La Virgen luce un manto de lino con hilo de seda oro amostazado con tono gris y plata. La entrada se realiza por las Puertas de Bronce y se ha habilitado otro acceso reservado para personas con movilidad reducida. También habrá servicio de ambulancia y, como todos los años, el acto cuenta con la colaboración de la Cruz Roja y de la Policía Local.

Para los rezagados, recordar que la Basílica no cierra las puertas hasta que no pase el último devoto, cosa que ocurrirá previsiblemente sobre la una y media de madrugada.