Escucha las críticas cinematográficas de los estrenos más destacados esta semana

Carles Villeta

Valencia - Publicado el

2 min lectura

      
      
             
      

Estas son las críticas cinematográficas de Eduardo Casanova de los estrenos más destacados esta semana.

GLADIATOR II:

Tenía muy difícil superar a su laureada antecesora y aunque no desvirtúa los pronósticos, ofrece un espectáculo grandioso al estilo de Hollywood. El guion sale perdiendo en esa irresistible comparación. Libremente inspirado en hechos históricos, carece de la solidez y del recorrido que encumbraron a Gladiator (2000). En cualquier caso, quienes busquen una evasión de tintes épicos verán sobradamente satisfechas las expectativas. Sus 148 minutos vuelan y Ridley Scott se repone del cuestionado estreno de Napoleón. Todos los actores, tanto las estrellas consagradas como los prometedores intérpretes que figuran en el reparto, se muestran siempre a la altura.

RED ONE:

El póster y el título resumen perfectamente lo que ofrece esta superproducción hollywoodense. Recopila lugares comunes del thriller de acción y los lleva al universo fantástico que representa Papa Noel. El director Jake Kasdan (Jumanji: Bienvenidos a la jungla) firma un cóctel pintoresco y básicamente consigue el objetivo que pretende: una película familiar muy entretenida. Atendiendo al argumento, su estreno, sin duda, se ha adelantado; seguramente, por temor a competir con los potentes títulos que llegarán en diciembre. El reparto cuenta con rostros varios conocidos y habituales en estos terrenos, que no defraudan. Los 250 millones de dólares invertidos se traducen en el arrollador despliegue visual que exhibe, donde los efectos infográficos resultan decisivos.

EL BAÑO DEL DIABLO:

      
             
      

Si se toma como referencia que fue la ganadora del último Festival, las expectativas que genera son excesivas. Pese a los contenidos que tradicionalmente se asocian al certamen, no estamos ante una película de terror, incluso el título induce a engaño. Basándose en unos hechos truculentos acaecidos repetidamente durante los siglos XVII y XVIII, presenta un thriller psicológico de corte intimista. No obstante, la intriga fluye con calma y el rotundo e impactante desenlace, ligado directamente con el prólogo, si bien se intuye prácticamente desde el inicio, depara unas secuencias sublimes.

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