Ford Almussafes y el clúster del automóvil han sido decisivos para que Tesla quiera instalarse en Valencia

La compañía estadounidense Tesla está negociando instalar en la Comunitat Valenciana una fábrica de vehículos eléctricos, que podría suponer una inversión de 4.500 millones de euros. El proyecto todavía está en una fase incipiente y, de hecho, la Generalitat salió ayer a desmentir que exista "un acuerdo cerrado" con Tesla aunque tampoco lo negaba.

Lo ciero es que el fabricante de automóviles estadounidense ultima los preparativos para aterrizar en Valencia y de hecho varios directivos de la multinacional han estado supervisando posibles localizaciones. Según el diario Levante EMV, que es quien adelantó la noticia, Cheste gana enteros. Y no es fácil porque los expertos consultados confirman que la marca quiere replicar su planta de Berlín, una mega fábrica que precisa de unos 460 mil metros cuadrados para dar cabida también a alguna empresa auxiliar.

Pero ojo, que no conviene vender la piel del oso antes de cazarlo. Existe un contrato de confidencialidad entre el Gobierno valenciano y la compañía que no ha podido evitar la filtración, y conociendo la personalidad del dueño de Tesla, el archimillonario Elon Musk, sería la excusa perfecta para romper la baraja si encuentra otra ubicación más ventajosa. Lo ha contado en Cope Valencia, Juan Francisco Calero, gurú de la prensa del motor y director editorial de Car Wow.

Eso sí, Valencia cuenta con dos ventajas. La primera -a juicio de Calero- es la presencia de Ford, ya que las dos marcas llevan mucho tiempo intensificando sinergias y acuerdos. Y la segunda es que gracias a Ford, hay una consolidada empresa auxiliar, lo que unido a la futura planta de baterías de Volkswagen y a las infraestructuras, ha convertido la provincia de Valencia en un codiciado polo de inversión para la industria de la automoción.