HISTORIA DEL DÍA
Las belugas rescatadas de Ucrania se vuelven 'bilingües' en Valencia
Después de casi medio año de adaptación, las belugas que llegaron al Oceanogràfic tras 36 horas de rescate están aprendiendo un nuevo idioma
Valencia - Publicado el - Actualizado
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El Oceanogràfic de Valencia es mucho más que un punto de atracción turística. Este centro no solo destaca por su impacto en la ciudad y su papel en la divulgación científica, sino también por su contribución a la conservación y el estudio de especies marinas. Tanto es así que el pasado mes de junio lograron todo un hito en la historia de los animales marinos.
Todo comenzó cuando recibieron un mail de los cuidadores de dos belugas de un centro en Ucrania, a causa de la guerra no podían alimentarlas y sus tanques de agua superaban los grados idóneos para su hábitat. Los dos animales estaban en una situación insostenible. Ante esta petición desesperada, el equipo de biólogos marinos del Oceanogràfic junto a otros expertos internacionales comenzaron el rescate y traslados.
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Esta travesía no solo supuso un cambio radical para estos mamíferos, también un desafío de adaptación y convivencia con sus nuevos compañeros valencianos, Kilu y Yulka. Hoy, el éxito de esta integración marca un hito en el Oceanogràfic y abre nuevas puertas al conocimiento científico y la preservación de esta especie.
Flombir y Miranda las belugas ucranianas
Su hábitat anterior era una piscina cerrada y muy diferente al entorno enriquecido que les ha ofrecido Valencia. Este cambio fue el principal reto, especialmente para Flombir, un macho de 18 años que se mostraba miedoso y reacio a explorar su nuevo hogar.
Sin embargo, Kilu, el miembro más joven del grupo valenciano con solo ocho años, jugó un papel crucial que sorprendió a los cuidadores. “Con su carácter curioso y juguetón, logró conectar con Flombir, creando un vínculo que facilitó la adaptación. Era como el caos de la familia”, explica Andrea Ortolá, bióloga marina y cuidadora de las belugas en Mediodía COPE en Valencia.
“Belugo-delfino” el nuevo idioma que están creando
Uno de los aspectos más fascinantes de esta historia ha sido el descubrimiento de las diferencias en la comunicación, "no hablaban el mismo idioma", por así decirlo. Flombir y Miranda, acostumbrados a convivir con delfines en Ucrania, habían adoptado su lenguaje, mientras que Kilu y Yulka (belugas valencianas) hablaban el tradicional "belugo". Este fenómeno ha sido objeto de investigación por parte del equipo del Oceanogràfic, liderado por la investigadora acústica Yodra Eyns.
“Estamos viendo cómo Flombir está comenzando a hablar belugo y Kilu está imitando algunas vocalizaciones de delfino”, explica Ortolá. Este proceso de aprendizaje e integración lingüística promete ser una fuente de conocimiento para futuras investigaciones sobre la comunicación entre especies marinas.
El equipo del Oceanogràfic está satisfecho con los resultados. “Gracias a darles su espacio y respetar sus ritmos, hemos visto que ahora se respetan mutuamente y disfrutan juntos de su hábitat”, comenta Ortolá. La inclusión de Flombir y Miranda en la familia no solo ha fortalecido el grupo, sino que también ha abierto nuevas oportunidades para la investigación y la conservación.
Un hito para la investigación y la conservación
El Oceanogràfic es el único centro en Europa que alberga belugas, lo que lo convierte en un referente mundial. Esta situación permite profundizar en el conocimiento de esta especie y contribuir a su protección en el medio natural. “Todo lo que aprendemos aquí podrá aplicarse para mejorar las condiciones de las belugas en su hábitat natural”, señala Ortolá.