Los vecinos de Campanar, alojados en Safranar, abandonan la que ha sido su casa desde el incendio

Lunes 26 de agosto es la fecha límite, que dio la administración local, del plazo de cesión de uso temporal del edificio de Safranar en el que, estos últimos seis meses, han vivido la comunidad de vecinos afectada por el incendio.

Hace meses, el Ayuntamiento de València puso a disposición de las más de 130 familias afectadas este edificio de viviendas sociales para que se instalaran, de forma gratuita, mientras conseguían buscar un nuevo hogar. Actualmente, de las 99 familias que se instalaron, quedan 41.

Esta mañana del jueves un equipo de COPE se ha acercado a este barrio para poder intentar hablar con algún vecino. Nos hemos encontrado con Jorge. Llevaba siete años, desde 2017, como inquilino en el edificio de Campanar, por suerte, él no estaba presente en el momento del fuego.

Seis meses de incertidumbre

Jorge nos ha contado un poco sobre su experiencia, durante medio año, en este hogar provisional: “la convivencia ha sido muy tranquila y familiar”. Esta tragedia ha conseguido unir a una comunidad de vecinos rota por aquel desastre.

El mayor problema, según Jorge, ha sido el “no saber”, día tras día, qué iba a pasar, tanto con su estancia en Safranar, como con la rehabilitación del edificio quemado.

En cuanto a las ayudas institucionales, Jorge nos ha explicado que “fueron muy eficaces y sin muchas trabas”, las recibieron “bastante rápido”. Desde el principio, el ayuntamiento ha estado a completa disposición para ellos, facilitando así esta nueva realidad tan difícil.

Sobre lo de buscar piso, Jorge expresa que han sido meses de “bastante locura porque está todo mucho más caro de lo que debería estar”. Tanto a él como a otros vecinos les ha costado encontrar un hogar que se adaptase a sus necesidades, sin ser excesivamente caro.

¿Y ahora qué?

Otra de las personas con las que hemos conseguido hablar es una señora que no fue afectada directamente por el fuego, no tenía casa allí, pero su familia sí. En el momento que nos la hemos cruzado, estaba ayudando a sus seres queridos con esta segunda mudanza.

Su familia es propietaria y nos comentaba que, por lo que ella tiene entendido, la ayuda a las personas que siguen pagando su hipoteca, pero que no pueden volver hasta que acabe la reconstrucción, será “de mil euros al mes durante un año”, aumentando respectivamente según los hijos que cada familia pueda tener.